Con ocasión del 87 aniversario de la proclamación de la II República Argentina el 14 de abril de 1931, el PSOE ha difundido el siguiente
MANIFIESTO DEL 14 DE ABRIL En pocos días
se han concentrado dos fechas de gran significación para las víctimas y los
familiares de la guerra civil y de la represión franquista que culminarán con
la celebración, el día 14 de abril, del 87º aniversario de la proclamación de
la II República española.
Dos efemérides que también tienen
una enorme significación para los y las socialistas: por un lado el pasado día
24 de marzo se celebró en todo el mundo el Día Internacional para el Derecho a
la Verdad en relación con las Violaciones Graves de los Derechos Humanos y para
la Dignidad de las Víctimas; y por otro hace unos días, el 1 de abril, se
cumplía el 79º aniversario del final de la guerra civil y con ella la
laminación de las esperanzas transformadoras, democráticas y de progreso de la
II República española.
Condenada por 40 años de mentiras y
de tergiversación por parte de todos los resortes del poder franquista, la II
República era enviada todos los 14 de abril a un exilio del que los demócratas,
y en especial los socialistas como principales damnificados por la represión
voraz que supuso nuestro protagonismo y defensa de la misma, debemos rescatar.
Honrar los valores que representó la II República y alabar la Transición
española no pueden ser cosas contradictorias sino complementarias. La
experiencia republicana, los logros sociales, la constitución de 1931 y las
opiniones de sus protagonistas sirvieron para encauzar, desde la senda de la
conciliación, la tan presente -y desde algunos ámbitos de la Izquierda española,
tan denostada- Transición española, como en el caso concreto de nuestra tierra,
la consecución de nuestro Estatuto de Autonomía, también cercenado por la
sublevación y la guerra.
Por todo ello el 14 de abril, debe
ser un día de recuerdo y homenaje de todos los socialistas al conjunto de la
sociedad andaluza por lo que la República supuso para nuestra tierra: libertad,
la generalización de muchos derechos, el progreso social, el laicismo y la
igualdad. Poetas, escritores, profesores, médicos, políticos, jornaleros,
maestros… asesinados, arruinados o empujados al exilio -exterior e interior-
por los fascistas nos deben recordar la esencia de la República para que su
recuerdo sea el de Blas Infante, Manuel Azaña, María Zambrano, Luis Cernuda,
Diego Martínez Barrios, Julián Besteiro, etc., y no el que se nos quiso imponer
durante el franquismo.
La Educación, la Escuela, adquirían
por tanto un impulso como instrumento de vertebración nacional y como elemento
básico para la construcción de la nación, algo que Azaña resumía así en 1935,
cuando señalaba que “la escuela es el escudo de la República y el campo de
siembra de los demócratas de mañana”.
Fruto de ese empeño y de esa
convicción, solo en el primer bienio, la República construyó más escuelas que
todas las que se hicieron en el período transcurrido desde 1875.
La República que no debemos olvidar
descansa en la memoria de las aulas, los colegios, la Cultura, la Asistencia
Social, como en la presencia de las mujeres en la vida pública. Un conjunto de
logros sin parangón en la corta vida de esta democracia que debe servir para
que sigamos apoyando el proceso de recuperación de la memoria histórica,
símbolo de la lucha de una mayoría de ciudadanos para defender los valores y
libertados imbricados en la República.
El gobierno del Partido Popular ni
cree en la II República, ni en las víctimas, ni en la memoria democrática. Lo
demuestra a diario y hace, además, ostentación pública de ello. En 2012 tomó
como una de sus primeras medidas el cierre de la oficina de atención a las
víctimas de franquismo y la eliminación de las ayudas públicas a todos lo que
trabajan buscando desaparecidos en un país sembrado de fosas.
Contra esto, los diferentes
gobiernos socialistas en Andalucía, en colaboración con las entidades memorialistas
y los ayuntamientos, llevan casi dos décadas impulsando políticas de reparación
económica a los expresos/as políticos/as, dignificando más de doscientos
espacios de duelo y memoria, exhumando fosas y recuperando cuerpos, y con ello
la memoria de miles de andaluces y andaluzas olvidados por la manipulada
historia franquista. La Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía
viene a refrendar ese camino emprendido por la Junta de Andalucía para recoger
las reivindicaciones de verdad, justicia, reparación y norepetición para con
las víctimas de la guerra civil y de la dictadura franquista, como de los
colectivos que las representan.
En este sentido, este aniversario
debe servir para celebrar la fuerza y las convicciones de progreso de toda esa
generación de andaluces y andaluzas que durante la II República y en la
Transición creyeron que la democracia era la única vía para ganar el futuro, y
que desde el PSOE-A defendemos día a día.
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