FIRMA INVITADA: El valor de sólo haber “trabajado” en política, por Pablo Morterero, secretario de formación y comunicación del PSOE de San Jerónimo
Hoy publicamos un artículo de Pablo Morterero, secretario de
formación y comunicación de la Agrupación Local "José Galán Merino"
del PSOE de San Jerónimo, publicado originalmente en su blog
pablomorterero.blogspot.com
Como muchas, y algunos, han resaltado,
desde que Susana Díaz Pacheco empezó a pergeñarse como la futura presidenta de
Andalucía, desde diestra y siniestra empezaran a articular un relato en contra
de la entonces secretaria general de la Agrupación Provincial Socialista de Sevilla, donde, entre
otros elementos, figura uno que concita especial consenso: su falta de
experiencia fuera de la política.
Incluso una fina analista como Concha
Caballero, en su post “Antisusanismo”, en el que defiende la idoneidad y la
oportunidad histórica de la candidatura de Susana Díaz, afirmaba “Susana Díaz es una persona que “no ha trabajado en su
vida en la empresa privada ni ha hecho oposiciones en la Administración pública”. Efectivamente esto es así y
soy también de las que creen que esto, no es que los inhabilite en absoluto
para un cargo, pero supone un cierto déficit.”
Este discurso, el del desmérito de haber “echado”
los dientes, y solamente, en un partido, me lleva a pensar que para muchos, la
gestión de lo público tiene un carácter de amateur como los antiguos juegos
olímpicos, donde no se les permitía jugar a los jugadores de baloncestos de la NBA porque
eran “profesionales”.
Este discurso es casi hegemónico en la
actualidad, posiblemente provocado por la experiencia, en los últimos años, de
políticos y políticas que llevan ocupando puestos de responsabilidad durante
décadas, sin otro mérito de estar bien relacionados. Pero ello no significa que
sea cierto.
Y el argumento es contundente. A la hora
de elegir al gestor de un gran hospital público, ¿preferiría a un profesional
que ha recorrido todo el escalafón y conozca su estructura y sus dinámicas
internas, o a un prestigioso pianista? Para rector de una gran universidad, ¿no
sería mejor uno o una que haya pasado desde la condición de becario a la de
catedrático, en vez un dentista afamado con consulta abierta? O, por ejemplo,
para un gran banco ¿no es mejor aquel que ha desarrollado toda su carrera
dentro de la entidad a una magnífica ingeniera superior? Aún recuerdo que entre
los panegíricos sobre Alfonso Escámez, presidente en su día del Banco
Central, destacaba que había empezado en la entidad de botones, con 12 años.
La política como afición, incluso sin
remuneración, proviene del antiguo régimen e incluso del sistema liberal
inglés, cuando sólo las clases más privilegiadas, la alta burguesía y la
nobleza, se dedicaban a la gestión pública del que obtenían rentas de forma
indirecta al defender sus derechos en sus negocios privados. Es memorable la
indignación de los partidos liberal y conservador ingleses, en la Cámara de
los Comunes, cuando los laboristas, obreros sin rentas de capital, decidieron
poner un salario a los miembros del parlamento inglés.
Desde una óptica romántica, cierto
amateurismo de la cosa pública puede ser atractivo: ciudadanos libres que
ocupan transitoriamente una responsabilidad pública. Pero la realidad de la
actual maquinaria administrativa y política convierte esa visión en un suicidio
colectivo.
Para mí, el curriculum de Susana Díaz es
posiblemente una de sus mayores virtudes políticas: conoce desde dentro el
municipalismo; conoce perfectamente la maquinaria política del mayor grupo
parlamentario que sustenta el gobierno; conoce las dinámicas de la Corte , para ello ha sido diputada nacional; y ha
gestionado la consejería política por excelencia de cualquier gobierno.
Si se hubiera dedicado durante cuatro o
diez años a ser procuradora de tribunales, por ejemplo ¿qué mérito añadiría
para su candidatura? Si durante una década hubiera sido becaria de un
departamento universitario y luego profesora asociada, ¿sería Susana Díaz mejor
candidata? Yo, sinceramente, creo que no sólo no sería mejor candidata sino que
sería posiblemente una candidata perfectamente prescindible.
Otra cosa es que un candidato o una
candidata deba pasar un tribunal calificador. ¿Y que son, si no, las elecciones
democráticas? El mejor tribunal del mundo.
Esta chica ha nacido para la política. Quien critique que nunca ha trabajado en otra empresa que no sea el PSOE eso no lo se, solo se que mujeres como ella hace falta en Andalucía y en el Gobierno de la nación.
ResponderEliminarSusana Díaz es por antonomasia la Presidenta de la Junta de Andalucía y con ella, la esperanza de muchas mujeres que como yo, necesitamos de ese empujón para hacer algo por nuestra tierra.
Particularmente a mi me ha devuelto la ilusión.
Y quien sabe? La Presidencia de España la espera. L@s socialistas y l@s andaluces, así lo deseamos.