SEVILLA CONTARÁ EN TODOS LOS DISTRITOS CON UN SERVICIO DE MEDIACIÓN VECINAL QUE AYUDE A SOLUCIONAR CONFLICTOS
Ese servicio profesionalizado,
con un presupuesto máximo de 70.000 euros, será de voluntaria aceptación y
llevará aparejada también la formación de mediadores vecinales
El contrato, de un año de
duración y que incluye cláusulas sociales, pretende resolver los conflictos
entre particulares y comunidades de vecinos antes de que lleguen a la vía
judicial
Se licita otro contrato, con
20.000 euros de presupuesto, para formar a entidades sociales en cuestiones de
organización y acceso a las subvenciones para así lograr una mayor
participación ciudadana
La Junta
de Gobierno Local de Sevilla aprobó en su reunión de ayer un contrato para
incorporar un equipo profesional e integral de mediación vecinal que resuelva
posibles conflictos, fundamentalmente de convivencia, antes de que se enquisten
y terminen en los tribunales. Esta licitación, realizada a través de la
Delegación de Educación, Participación Ciudadana y Edificios Municipales y con una
asignación presupuestaria máxima de 72.000 euros, implica la contratación de un
equipo de mediación especializado a tiempo completo y dedicado en exclusiva a
la prestación del servicio y también un programa de formación de mediadores
entre los propios vecinos de los barrios de la ciudad.
Este
servicio al ciudadano, que incide en un nuevo modelo de intervención social a
través de los distritos, se sustenta en un catálogo de funciones para la
resolución de posibles conflictos en comunidades de vecinos, entre particulares
y entre vecinos y establecimientos, y todo para evitar la vía judicial y, por
tanto, “problemas y costes mayores para
los propios interesados”, argumentó la delegada de Educación, Participación
Ciudadana y Edificios Municipales, Adela Castaño.
Se
tratará de un equipo de profesionales neutrales e imparciales que se ubicarán
en una sede física –la que fije la empresa que resulte adjudicataria–, pero
acudirá a los distritos en la medida en que sean demandados sus servicios de
mediación, siempre voluntaria para los ciudadanos. Ese equipo, con una
experiencia mínima de un año, analizará las versiones de las partes enfrentadas
y buscará un acuerdo que frene así que el conflicto se complique más y termine
en los tribunales.
Adela
Castaño hizo hincapié en que la mediación fomentará la participación de los
ciudadanos en la resolución de los problemas. De hecho, el contrato incluye una
planificación específica de talleres de mediación en todos los distritos de la
ciudad. El objetivo será formar y capacitar a mediadores vecinales, al tiempo
que difundir la propia labor del nuevo servicio.
Los
ciudadanos podrán solicitar la mediación para cuestiones particulares, pero no
cuando el conflicto atañe a la administración –pues para este último caso ya
existen otros organismos, como el Defensor del Pueblo y del Ciudadano–, que no
estén ya en vía penal, que no sean laborales y que no afecten a materias de
consumo –son asumidas por la Oficina del Consumidor–.
Por
tanto, será un servicio para cuestiones
como conflictos entre comunidades de propietarios o entre vecinos, problemas de
convivencia en los espacios públicos, conflictos entre vecinos y
establecimientos y problemas de índole cultural o social. “Este proceso que iniciamos hoy para impulsar
la mediación extrajudicial como un nuevo servicio público se hará de forma
progresiva en la ciudad. El contrato es por un año. Una vez evaluado, analizaremos
las posibilidades de incrementarlo”, según abundó Castaño.
La
delegada reseñó también que la licitación del servicio de mediación recoge
cláusulas sociales para valorar las ofertas presentadas por las empresas que
aspiren a adjudicarse el contrato conforme al pliego sobre cláusulas sociales
aprobado hace mes y medio por el gobierno municipal. Y entre las obligaciones
de la adjudicataria estarán no minorar unilateralmente las condiciones de
trabajo de los empleados en materia de jornada y salario; el 40 por ciento de
la plantilla nueva para la ejecución del contrato deberá estar formada por
mujeres; en ningún caso, las contrataciones podrán implicar directa o
indirectamente el despido de miembros de la plantilla de la empresa o una
reducción de jornada o retribuciones de sus empleados; al menos un 10 % se
efectuarán entre personas desempleadas de colectivos con dificultad de acceso
al mercado de trabajo a jornada completa, siempre que así lo permitan las
circunstancias del contrato y las condiciones del mercado laboral, y
penalizaciones si se retrasa el pago de las nóminas a la plantilla.
Formación de entidades sociales
Comentarios
Publicar un comentario