Muchos tienen la impresión de que Europa ha vuelto a ser secuestrada. Pero esta vez no ha sido Zeus transformado en toro bravo sino por los mercados, es decir, por el capital mundial. Europa es la solución para la crisis que vivimos. Pero más Europa de los y las trabajadoras, al servicio de los y las ciudadanas.
Hoy 9 de mayo, celebramos el Día de Europa, y conmemora el discurso del entonces Ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman, en 1950. En aquella ocasión, Schuman propuso una nueva forma de cooperación política para Europa que hiciese impensable una guerra entre los países que la componen. Su visión consistía en crear una institución supranacional europea que gestionara la producción conjunta de carbón y acero. El Tratado por el que se creaba esa entidad se firmó menos de un año después y entró en vigor en julio de 1952. La propuesta de Schuman se considera el comienzo de lo que hoy conocemos como Unión Europea.
Sin duda, aquel proyecto que fue el embrión de la Unión Europea que hoy conocemos, ha sido el proyecto que más estabilidad y riqueza ha generado en Europa desde la caída del Imperio Romano. Pero hoy, en 2012, muchos tienen la impresión de que aquel proyecto está siendo utilizado por los mercados mundiales en contra de los propios europeos.
La salida a la actual crisis no pasa por menos Europa, sino por una Europa que recupere la esencia del proyecto europeo. Una Europa que imponga la voluntad de la ciudadanía a los mercados y no al contrario, que sirva para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y no para degradarla hasta un punto insostenible.
En 2014 tenemos la oportunidad de votar al Parlamento Europeo. Entonces será el momento de apoyar masivamente a los Partidos Políticos que apuesten por atar los mercados y luchar contra la imposición de las teorías de ajuste. Por ello, este 9 de mayo tenemos un objetivo, el #Objetivo2014.
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