Ayer se
proclamó candidato socialista a la presidencia del gobierno de la Nación a
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, con la voluntad de acabar con
cuatro años de gobierno de la derecha durante los cuales se han aprobado las
leyes más despiadadas de los últimos cuarenta años.
Durante su
intervención en un acto abierto a la sociedad celebrado en el Teatro Price (y
que puedes leer aquí) abogó por que nuestro país "tenga un buen Gobierno,
que base su fuerza en la ejemplaridad y en la alternativa constructiva";
pues "llevamos demasiados años sufriendo un mal gobierno", que actúa
"solo y contra todos"
‘El
cambio que una’, ese es el lema y la idea central del discurso del ya
candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha
explicado que los socialistas van a liderar “un cambio seguro y valiente, coherente con nuestros valores socialdemócratas;
un cambio que una y en el que se reconozca la mayoría” de los ciudadanos. “Haremos una alianza con lo mejor de España,
para hacer una España mejor”, subrayó.
En
un emotivo acto celebrado en el Teatro Price de Madrid ante 2.000 personas y en
presencia de numerosos cargos orgánicos e institucionales del PSOE, así como de
representantes de distintos ámbitos de la sociedad civil, Sánchez se ha
comprometido “a que España tenga un buen
Gobierno, que base su fuerza en la ejemplaridad y en la alternativa
constructiva”. Que gobierne “desde la
moderación” y abra las puertas a la participación de los ciudadanos; pues
–lamentó- “llevamos demasiados años
sufriendo un mal gobierno”, el del PP, “que
gobierna solo y contra todos”.
Erradicar el
paro y la corrupción
Durante
su discurso, Pedro Sánchez se ha comprometido cuando gobierne a “erradicar el paro y la corrupción”. Y a
“construir una España mejor, fuerte y
solidaria en el mundo. Una España de oportunidades, laica” y “federal”.
En
el apartado económico abogó por llevar a cabo “una recuperación diferente” con “un crecimiento justo que aúne mercado y democracia, competitividad y
derechos laborales, crecimiento y cohesión social”. Una economía que busque
“la competitividad en la ciencia, la
innovación, la cultura y la educación, frente a la especulación”; “con contratos estables y salarios dignos en
igualdad de género, frente a la explotación y la pobreza laboral”.
“Que reindustrialice España”, aplique “una fiscalidad suficiente y justa frente a
las amnistías fiscales de los falsos patriotas que confunden patria con su
patrimonio y se lo llevan a paraísos fiscales”; que esté “basado en el mérito y la capacidad” y
sea “firme ante los poderosos”.
En
otro momento de su intervención, Pedro Sánchez ha defendido “la autonomía del proyecto” que
representa el PSOE y que “quienes nos
precedieron” -como José Luis Rodríguez Zapatero o Alfredo Pérez Rubalcaba-,
“nunca subordinaron a otra fuerza”
distinta de “la voluntad de nuestro pueblo” o el “interés de la clase media y trabajadora”. “Nosotros, mantendremos la autonomía de nuestro proyecto para entregarlo
a las siguientes generaciones tan libre como lo recibimos de vosotros”
-afirmó-.
En
cuanto a la corrupción, a la que citó como el “enemigo común”, “aunque no
nos afecte por igual, ni reaccionemos del mismo modo uno y otro partido”,
aseguró que volcará desde el Gobierno “todo
el esfuerzo en prevenir, en combatir y en castigar con contundencia la
corrupción. No os quepa duda, nunca me tembló ni me temblará el pulso en el combate
contra la corrupción”.
Cataluña
También
se ha referido Pedro Sánchez a la falta de diálogo que ha existido en las
relaciones entre el Gobierno central y el de Cataluña y ha criticado que estos
dos gobiernos “hayan vivido durante casi
cuatro años de espaldas uno de otro”. Además ha advertido frente a las “élites que quieren convencernos de que todo
lo que nos une se puede romper un día con una votación”, señalando que “esa
es la vieja política, que, a veces, protagonizan también los actores nuevos”.
Los
socialistas, explicó, “construiremos una
España federal en la que cada cual pueda ser español y catalán, o valenciano, o
andaluz, o vasco o madrileño, en el orden que desee. No estamos para crear
nuevos problemas, ya tenemos bastantes. No estamos para extender el desafecto y
el desánimo, porque no es justo, y porque sobre él nada bueno se puede
construir”, afirmó.
La realidad
política de España pasa por el diálogo
Hizo
también Sánchez una referencia al panorama político en el que nos encontramos,
y en el que “estamos obligados al
diálogo, ya no sólo como un imperativo moral, sino como una necesidad
funcional. Esa –dijo- es la realidad política de la España actual. Los
ciudadanos no han sustituido una mayoría absoluta por otra, los ciudadanos han
sustituido una mayoría absoluta por construir gobiernos fuertes, estables,
desde el diálogo y el acuerdo”.
Consideró
además que “ser patriota es querer que la
historia de tu país discurra por la senda de la prosperidad y de la libertad de
sus ciudadanas y sus ciudadanos”.
Concluyó
asegurando que “vamos a ser exigentes con
nosotros mismos, vamos a exigirnos decencia y valentía, y vamos a exigirnos ser
realistamente idealistas, pragmáticamente utópicos. Vamos a ser humildes pero
ambiciosos. Vamos a devolver con creces la confianza que se deposite en
nosotros” y a administrar esa confianza “con moderación, transparencia y
ejemplaridad”.
“Tenemos una oportunidad, la tenemos al
alcance de la mano, para reconducir la historia de España a la senda de
prosperidad y convivencia por la que hemos recorrido los mejores años de
nuestra democracia, una convivencia en igualdad, en paz y en libertad, que son
los valores de nuestro partido, pero también los valores de la mayoría de
nuestra sociedad”. “Porque los
españoles lo tienen claro: nosotros, y sólo nosotros, somos los que podemos
hacer ese cambio posible”.
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