14 DE ABRIL: LA REPÚBLICA DEBE SURGIR COMO CRIATURA DE NUESTRA ENERGÍA, FECUNDA Y ACTIVA, SEGURA DE SÍ MISMA
Hoy se
conmemora la proclamación de la II República Española el 14 de abril de 1931, y
con ocasión de esta efeméride publicamos un artículo de opinión de nuestro
secretario de formación y comunicación, Pablo Morterero.
¿Es
posible, desde un republicanismo pertinaz, imponer un poco de cordura al
sarampión republicano que estos días sacude nuestra Nación?
En
un torrente atropellado de argumentos, emociones e instintos, como los que
estamos viendo actualmente, muchos ciudadanos han abrazado la causa republicana
como si de un bote salvavidas se tratase.
Repúblicas
las hay de todos los pelajes: totalitarias, teocráticas, hereditarias y
democráticas. Repúblicas que han abrazado la causa neoliberal, también: desde
las mediterráneas como Portugal, Italia y Grecia, hasta sudamericanas, como
Chile, Brasil o Mexico, pasando por las norteamericanas, coreanas e indonesias.
Me
temo que, una vez más, el ideal republicano está siendo secuestrado por un
fervor místico, cual tótem mágico, y con cuyo sólo nombre la tierra se
convertirá en el paraíso de la humanidad. Pero esto pasó no hace demasiado
tiempo, unas cuantas décadas atrás, donde las palabras tótem eran democracia,
libertad, amnistía y autonomía.
La
República no se inserta en el orden de lo material, sino en el orden de lo
moral. Una república no asegura unos bienes tangibles, como más empleo, mayor
seguridad, menos desahucios, etc. sino que nos asegura la dignidad de no ser
gobernados por nadie al que no hayamos tenido la oportunidad de elegir.
Se
trata del mismo principio filosófico que llevó a la revolución norteamericana a
no aceptar impuestos de un gobierno que no habían tenido la posibilidad de
elegir. Pero también de la misma lucha feminista, condensada en la expresión No taxation without representation que
se negaba al pago de impuestos a esa misma República de los Estados
Unidos de América, heredera de la revolución norteamericana, mientras no
se permitiera votar a las mujeres.
Y no se trata que el gobierno de una república sea, per se, mejor que el de una monarquía, ni que sus leyes y sus políticas sean más beneficiosas para el conjunto de la sociedad que el que tenemos ahora en España. Es la imperiosa necesidad de ser gobernados por un primus inter pares, el primero entre iguales. O como escribió Francesc de Vinatea, jurat en cap de Valencia, al rey Pedro el Ceremonioso: cada uno de nos somos tanto como vos, pero todos juntos mucho más que vos.
Y no se trata que el gobierno de una república sea, per se, mejor que el de una monarquía, ni que sus leyes y sus políticas sean más beneficiosas para el conjunto de la sociedad que el que tenemos ahora en España. Es la imperiosa necesidad de ser gobernados por un primus inter pares, el primero entre iguales. O como escribió Francesc de Vinatea, jurat en cap de Valencia, al rey Pedro el Ceremonioso: cada uno de nos somos tanto como vos, pero todos juntos mucho más que vos.
Posiblemente
muchos, pero no todos, al pedir república estos días, consideran innecesario
explicar que a lo que aspiran es a una tercera República continuista de la
segunda. Pero, aun así, no todo lo que trajo la II República fue
bueno, además de no haber tenido tiempo de mostrar las miserias en las que
derivan los sistemas políticos maduros. Habría que rescatar lo mejor de la
República asesinada en 1936 y prevenirnos de lo peor que tuvo.
Pero
movidos por la pulsión de la crisis, el hartazgo y la indignación, se pretende
tomar el atajo del referendum para llegar a un puerto que nadie conoce, en unas
condiciones imposibles de prever y con unas consecuencias que ya se advierten
complejas, tanto si la opción republicana fuese derrotada como si fuese elegida
por la gran mayoría de la Nación.
La
República nos advertía en 1930, un año antes del advenimiento de la
segunda uno de sus padres, Manuel Azaña, no puede surgir como un mal
menor, originado en la podredumbre y corrupción de un régimen, sino como
criatura de nuestra energía, fecunda y activa, segura de sí misma.
Pero vemos como, lamentablemente, la admonición de Azaña vuelve a caer en saco roto ochenta años después.
Pero vemos como, lamentablemente, la admonición de Azaña vuelve a caer en saco roto ochenta años después.
La responsabilidad
de los artículos de opinión recae en sus autores/as. La Agrupación Local “José
Galán Merino” del PSOE de San Jerónimo no comparte necesariamente las
afirmaciones contenidas en los mismos, limitándose ésta a ofrecer una
plataforma para el debate de ideas entre la militancia socialista.
Comentarios
Publicar un comentario