La actual turbulencia de la deuda española en los mercados se debe a una broma del candidato Rajoy según The Times. En un artículo, firmado por Charles Bremmer, vincula la crisis de la deuda soberana del Reino de España de esta semana al comentario del candidato del PP durante un almuerzo con empresarios donde respondió a una pregunta “No tengo costumbre de incumplir mis compromisos, y hasta ahora me he comprometido a no hacer nada”, dijo el líder del PP en un almuerzo con empresarios.
Ya en casa, las declaraciones de Rajoy a El Pais reconociendo que "La Dependencia no es viable. Hay que ir haciendo lo que se pueda" y que "Las prestaciones de desempleo van a bajar; va a haber menos personas con derecho a cobrarlo" han revelado una parte significativa, aunque no todo, del Programa Oculto del PP, tal y como ha venido denunciando el candidato de nuestro partido a la presidencia del gobierno de la Nación , el compañero Alfredo Pérez Rubalcaba.
Ya nadie puede llamarse a engaño: la vía que propone el PP para superar la crisis pasa por cargar sobre los hombros de las clases medias los costes de la misma. En cambio, el PSOE plantea superar la crisis sin dejar a nadie detrás.
La pregunta del millón es ¿la opción socialista es posible? La respuesta es rotunda: lo es. Como ha constatado el redactor jefe del Diario Cinco Días, Nuño Rodrigo, “Alemania y el BCE juegan dejando que los mercados jueguen. Permiten los ataques al Sur de Europa porque consideran que es la mejor manera de imponer su agenda, y porque temen que si se les deja respirar, no corrijan los desequilibrios.” Y nos recuerda que en estos momentos los desequilibrios del Reino Unido y España son similares, y mientras nuestro país paga una tasa del 6% de interés, Inglaterra paga el 2%.
Por eso, la propuesta de Rubalcaba pasa por primero por ampliar el periodo de aplicación del ajuste hasta alcanzar un déficit máximo del 3%, tal y como España se comprometió en la fundación del euro; segundo, por implementar una versión europea del Plan Marshall a través del Banco Europeo de Finanzas; y por último, que el Banco Central Europeo desarrolle una política similar a la Reserva Federal norteamericana y al Banco de Inglaterra.
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