El próximo viernes 1 de mayo,
los Sindicatos UGT y CCOO han convocado en Sevilla la manifestación que saldrá del
Prado de San Sebastián a las 12:00 horas, en dirección a Plaza Nueva, bajo la
exigencia “Las personas son lo primero. Hay que acabar con las políticas de
recortes y asegurar una prestación de ingresos mínimos”
Este año la Manifestación del
primero de mayo cumple 125 años de celebración en España, y posiblemente en uno
de los momentos más necesarios de la historia. Y por ello, publicamo hoy el
Manifiesto de ambas centrales sindicales difundido con esta ocasión.
Las
políticas de recortes y austeridad extrema han fracasado en Europa
Este
1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo, se celebra en un marco caracterizado
por una convicción de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país: que las
políticas aplicadas desde 2010 han alimentado en España y en toda Europa una
recesión de devastadores efectos sobre el empleo, la cohesión social y la
calidad de vida de sus ciudadanos y ciudadanas.
Su
impacto no ha sido igual en todos los países; hay ganadores y perdedores. La
nefasta gestión de la crisis por parte de la Troika (Comisión Europea, Banco
Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) y la imposición de sus
erróneas políticas han dejado a muchos países en una penosa situación económica
y, sobre todo, social. Grecia, Portugal, Italia, Irlanda, Chipre. En conjunto, es
el proyecto de una Europa unida y fuerte el que ha salido dañado globalmente.
Se
ha pretendido salir de la crisis impulsando un capitalismo más agresivo,
deprimiendo las condiciones laborales de una parte relevante de los
trabajadores y trabajadoras europeos, recortando los servicios públicos y los
sistemas de protección social que son consustanciales a nuestro Estado de Bienestar.
Se aprovecha la crisis para cambiar nuestro modelo económico y social, el
llamado modelo social europeo, referencia de progreso e imprescindible para el
desarrollo democrático de Europa.
Estas
políticas de austeridad han supuesto un tremendo despilfarro de recursos y
capacidades. Ahora en Europa hay más paro, peores infraestructuras y menos
inversión productiva. Ha aumentado la pobreza, las desigualdades y la falta de
expectativas. Y ni siquiera se han corregido algunos de los desequilibrios
económicos existentes: la deuda sigue siendo muy elevada en muchos países, pero
se han recortado en algunos casos sus posibilidades de pago; el sistema
bancario sigue mostrando importantes debilidades que son fuente de
incertidumbre; y el fraude y la elusión fiscales siguen siendo enormes, reduciendo
los ingresos de los Estados y mermando sus posibilidades de aplicar políticas
públicas imprescindibles para promover el desarrollo económico y social.
En
este Día Internacional del Trabajo, UGT y CCOO, junto a la Confederación
Europea de Sindicatos (CES), rechazamos rotundamente estas políticas de
austeridad y recortes que han mostrado sobradamente su fracaso. Es
imprescindible un cambio de las mismas, la aplicación de una nueva estrategia
de salida conjunta de la crisis, que reduzca las desigualdades, incremente las
oportunidades económicas y de vida digna de la mayoría social, dentro de un
marco de libertades democráticas plenas.
Otra
estrategia para Europa: impulsar el crecimiento económico y reforzar la
solidaridad
Frente
a la Europa de la desregulación, el dumping social, el empobrecimiento y la
pérdida de derechos promovida en los últimos años, los sindicatos reivindicamos
una Europa de las personas, más democrática y solidaria, que promueva el empleo
de calidad y garantice la mejora de los derechos sociales y ciudadanos.
El
nuevo Parlamente Europeo surgido de las elecciones del 25 de mayo de 2014 debe
afrontar este cambio con decisión, con actuaciones concretas que impulsen la
economía europea y pongan en primer lugar a las personas, cambiando los
recortes por el bienestar. Europa debe impulsar:
·
un
nuevo Plan de Inversiones más ambicioso que el llamado Plan Juncker, como el
propuesto por la Confederación Europea de Sindicatos, que supone aumentar la
inversión un 2% del PIB durante los próximos 10 años para crear 11 millones de
empleos;
·
la
exclusión de la inversión pública en proyectos industriales y en
infraestructuras generadoras de empleo del cómputo del déficit de cada país;
·
el
establecimiento de una nueva pauta de reducción de los déficit y deuda de los
países miembros de la UE, coherente con las capacidades y objetivos de
desarrollo de los países y de la zona e igual para todos;
·
una
política fiscal europea más armonizada, que obtenga más recursos para llevar a
cabo una política de impulso a la actividad y el empleo, de mejora de la
calidad y cobertura de los servicios sociales esenciales y que trate de forma
más equitativa a las diferentes rentas;
·
la
eliminación de los paraísos fiscales, y combatir la elusión fiscal de las
grandes multinacionales;
·
una
apuesta pública por los factores que enriquecen a largo plazo el modelo
productivo: investigación, desarrollo e innovación; tecnologías de la
información; redes de transporte más eficientes; y promoción de sistemas de
ahorro energético.
·
el
establecimiento de un salario mínimo europeo;
·
la
reducción de las desigualdades sociales y de la brecha salarial de género;
·
el
fortalecimiento de la negociación colectiva y el diálogo social europeos;
·
el
desarrollo de políticas de protección de las personas migrantes y refugiadas.
·
Todo
ello debe enmarcarse en el desarrollo de un nuevo “Contrato Social Global”,
como propone la Confederación Sindical Internacional (CSI), que redefina el
papel de las instituciones internacionales y otorgue un papel más protagonista
a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Con las políticas actuales,
España no saldrá de la crisis
En
España, el Gobierno del Partido Popular ha aplicado desde 2012 una intensa
estrategia de recortes, desmantelamiento de lo público, devaluación del
trabajo, reducción del sistema de protección social y erosión de derechos
laborales. La consecuencia ha sido un aumento del desempleo, más desigualdad y
precariedad laboral y un creciente empobrecimiento y riesgo de exclusión
social. Los datos son ilustrativos de esta situación:
o
tenemos
casi cinco millones y medio de trabajadores y trabajadoras en desempleo, con
una tasa de paro del 23,7%;
o
el
desempleo juvenil es del 51,8%;
o
seis
de cada diez desempleados lleva más de un año buscando empleo;
o
1,8
millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro;
o
la
tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo es la más baja desde hace
catorce años: 55,7% de los parados registrados en los Servicios Públicos de
Empleo;
o
nueve
de cada diez contratos realizados son temporales, y uno de cada tres a tiempo
parcial, el trabajo por horas se está convirtiendo en uno de los ejes de la
precariedad.
o
los
salarios han perdido siete puntos de poder de compra desde 2009;
o
las
trabajadoras españolas cobran un 31% menos que los hombres y hay el triple de
mujeres que hombres en el tramo más bajo de los salarios.
o
un
20,4% de los hogares está en riesgo de pobreza.
En
suma, España ha sufrido una verdadera regresión económica y social que tiene
que terminar. El momento actual es favorable, porque algunos factores externos
han favorecido el cambio de ciclo económico, como la relajación de la política
monetaria por parte del Banco Central Europeo, la devaluación del euro frente
al dólar, el crecimiento de la economía estadounidense, la caída de los precios
del petróleo o la atracción coyuntural de turismo de otras zonas.
Gracias
a ello, y a pesar de los recortes y la destrucción del tejido productivo,
España ha iniciado una nueva etapa de crecimiento económico. Eso no significa
en absoluto que hayamos salido de la crisis; ni siquiera que estemos saliendo
ya. Porque la salida de la crisis solo se producirá cuando los ciudadanos y
ciudadanas perciban esa mejora económica; cuando tengan un empleo en
condiciones dignas que les permita recuperar su capacidad de compra y de
ahorro; cuando cientos de miles de hogares salgan de la situación de pobreza en
la que les ha sumido la crisis y las políticas de recortes; cuando les vuelvan
a prestar los servicios públicos esenciales que ahora se les ha hurtado; y
cuando, en definitiva, vean mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Y todo
eso queda muy lejos; de hecho, resultará inalcanzable si no se cambian las
políticas aplicadas.
Un cambio de políticas
urgente en España: por una salida de la crisis más justa y sostenible
Por
eso, en este 1 de mayo, UGT y CCOO reclamamos un cambio urgente en la política
económica en nuestro país, que ponga en el centro la reactivación de la
actividad y la creación de empleo estable y con derechos, a partir de un cambio
de modelo productivo hacia uno más sostenible y equilibrado. Para ello,
planteamos un programa de actuaciones necesarias:
§
Impulsar
un cambio de modelo productivo que potencie el papel de la industria y de los
factores que más pesan en la competitividad y desarrollo de un país a largo
plazo, con inversiones en I+D+i, TICs, formación e infraestructuras básicas.
§
Reformar
el sistema energético, introduciendo competencia real para hacer su acceso más
asequible y sus resultados más eficientes.
§
Realizar
una reforma fiscal que permita aumentar la recaudación para sostener las
políticas públicas y mejore la justicia de las aportaciones, atacando el fraude
fiscal.
§
Derogar
la reforma laboral de 2012, que ha significado un fuerte trasvase de rentas del
trabajo al capital, un empeoramiento de las condiciones de vida y trabajo, y la
flexibilización de las causas del despido, facilitando los despidos
individuales y colectivos y acelerando la destrucción del empleo. En conjunto, ha
provocado un incremento de la precariedad, la pobreza y la desigualdad.
§
Reequilibrar
las relaciones laborales y fortalecer los derechos laborales en las empresas:
igualdad, salud y seguridad en el trabajo, participación y formación. Ello
requiere del reconocimiento y promoción de la actividad sindical.
§
Fortalecer
la negociación colectiva para mejorar las condiciones laborales de los
trabajadores y trabajadoras, reforzar los convenios sectoriales de amplia
cobertura y garantizar la ultraactividad de los convenios.
§
Aumentar
los salarios de manera coherente con la fase de crecimiento económico, de forma
que ganen poder de compra en los próximos años, ayudando así a reactivar el
consumo de las familias y la creación de empleo.
§
Poner
en marcha, por parte de las Administraciones Públicas, políticas de empleo e
inversión que permitan la recuperación de unos servicios públicos de calidad
accesibles para el conjunto de la población y recuperando los compromisos
políticos de las Administraciones en torno al desarrollo de los servicios de
atención a la dependencia y la oferta pública de plazas de educación infantil
de 0 a 3 años.
§
Recuperar
el poder adquisitivo y los derechos laborales de los empleados públicos
recortados por los Gobiernos en estos últimos años; garantizar el derecho a la
negociación colectiva y el desarrollo del Estatuto Básico.
§
Subir
el salario mínimo interprofesional situándolo en 800 euros en 2016.
§
Mejorar
el sistema de prestaciones por desempleo para ampliar la protección a las
personas que ahora carecen de ella.
§
Introducir
una nueva Prestación de Ingresos Mínimos que asegure la atención de las
necesidades más esenciales a los desempleados sin recursos económicos,
prestación que debe ser financiada con impuestos.
§
Retirar
la reforma de las pensiones llevada a cabo por el Gobierno del PP en 2013, y
reestablecer, a través del consenso en el Pacto de Toledo, un sistema que
garantice el poder adquisitivo de las mismas.
§
Completar
la integración de las empleadas de hogar en el Régimen General con el
establecimiento del derecho a prestación por desempleo derivado de la
correspondiente cotización.
§
Implementar
medidas eficaces para favorecer la corresponsabilidad de hombres y mujeres en
las tareas de cuidados familiares como forma de contribuir a erradicar las
desigualdades de género, como la ampliación del permiso de paternidad.
§
Introducir
medidas urgentes y eficaces para erradicar los desahucios, consecuencia de la
pobreza sobrevenida en miles de familias por la crisis y de por los abusos de
las entidades financieras.
CCOO
y UGT estamos convencidos de que estas iniciativas conforman una necesaria agenda
de progreso, que permitiría salir de la crisis definitivamente de manera
solidaria, y sentar las bases para un desarrollo futuro sostenible e integrador.
Creemos que sería más fácil ponerlas en marcha a través de acuerdos, y para
ello vamos a trabajar, como hemos venido haciendo siempre, tanto en el ámbito
del dialogo social bipartito, con las organizaciones empresariales, como
tripartito, incluyendo también a los gobiernos. En el mismo sentido,
solicitamos responsabilidad a los empresarios y Administraciones para que
antepongan los intereses de la ciudadanía antes que los suyos particulares. La situación
requiere de ese esfuerzo solidario, que los trabajadores y trabajadoras ya han
hecho en los peores años de la crisis.
En
este momento político, en el que España afronta importantes procesos
electorales, reclamamos también a las fuerzas políticas responsabilidad a la
hora de confeccionar sus programas, y les llamamos a asumir las propuestas
anteriores para impulsar, de manera solidaria, un nuevo camino de progreso para
todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país.
Actuaciones urgentes: Fortalecer
la negociación colectiva, crear empleo de calidad, mejorar los salarios y
extender la protección social
Este
cambio es urgente y las medidas no pueden esperar, porque los trabajadores y
trabajadoras no pueden hacerlo. Por eso, con acuerdos o sin ellos, UGT y CCOO
vamos a desarrollar conjuntamente, de manera inmediata, iniciativas específicas
en temas esenciales.
Vamos
a impulsar una campaña en defensa de la negociación colectiva, el empleo de
calidad y la mejora real de los salarios. Porque sin una negociación colectiva
equilibrada y eficaz no se pueden garantizar los derechos laborales; sin empleo
estable y de calidad nunca ganaremos competitividad ni recuperaremos los
niveles de bienestar perdidos; y si los salarios no aumentan en términos reales
no es posible la reactivación de la actividad y la mejora de la calidad de vida
de millones de hogares que ahora lo están pasando muy mal.
Y
también vamos a promover una Iniciativa Legislativa Popular para que se regule
esa nueva Prestación de Ingresos Mínimos, como una prestación económica no
contributiva dentro del sistema de la Seguridad Social, de acceso universal
para todas las personas que reúnan los requisitos para obtenerla, y que permita
lograr una mayor cohesión social y territorial.
Recuperar y fortalecer la
democracia, las libertades y los derechos fundamentales
Junto
a las medidas económicas que nos han traído a la penosa situación actual, el
gobierno del Partido Popular ha introducido una agenda paralela de reformas que
han supuesto una regresión de libertades individuales y derechos fundamentales,
y en definitiva, un paso atrás en nuestro modelo democrático de convivencia. La
reforma del Código Penal, la Ley de Seguridad de Ciudadana (conocida como “ley
mordaza”), el proyecto de regulación de la interrupción del embarazo, los
intentos de restringir el acceso a la justicia o las iniciativas y propuestas
para limitar el derecho de huelga son ejemplos de esta deriva autoritaria que
CCOO y UGT rechazamos rotundamente, y que vamos a seguir combatiendo con todos
los instrumentos legales a nuestro alcance.
En
particular, UGT y CCOO manifiestan su completo apoyo a los compañeros y
compañeras sindicalistas incursos en procesos penales o administrativos
derivados de su actuación en defensa de los trabajadores y la promoción de los
valores constitucionales.
Igualmente,
ambos sindicatos vamos a trabajar para impulsar el diálogo social y nuevas vías
de desarrollo de la democracia y de participación de la ciudadanía en las
decisiones políticas más relevantes, buscando la confluencia y cooperación con
otras fuerzas, movimientos y organizaciones sociales y ciudadanas progresistas,
como la Cumbre Social, para contribuir conjuntamente a una mejora de nuestro
sistema de derechos y libertades y al fortalecimiento de nuestro estado de
bienestar.
El 1
de mayo por la paz, la convivencia y el desarrollo humano
Por
último, CCOO y UGT, junto con el movimiento sindical internacional
(Confederación Sindical Internacional-CSI y Confederación Europea de
Sindicatos-CES), reclamamos en este 1 de mayo:
ü
el
fin de todos los conflictos bélicos y actuaciones terroristas, y de las
violaciones de los derechos laborales, sindicales y civiles en todo el planeta,
ü
el
reforzamiento de la lucha internacional contra la pobreza, y en especial contra
la pobreza infantil,
ü
la
puesta en marcha de una verdadera política de migraciones de ámbito europeo,
que dé respuestas urgentes al reto de la emigración de las personas que huyen
de la miseria y de las guerras, así como a los propios movimientos de población
dentro de la Unión Europea,
ü
la
retirada o revisión de iniciativas internacionales como la Directiva europea
sobre los secretos comerciales y el Tratado Transatlántico de Comercio e
Inversiones entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP), que se están
desarrollando con gran opacidad y al margen de todo diálogo social, y que con
la excusa de la salvaguarda de la protección de la competencia leal o el
fomento del comercio, tal y como están diseñadas, suponen en la práctica una
amenaza contra la transparencia y la democracia y una degradación de normas y
derechos fundamentales.
la
promoción de la paz y de un nuevo orden internacional que sirva para promover
mayores niveles globales de democracia, solidaridad, justicia social y
sostenibilidad medioambiental.
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