Antonio Ponz, conocido en su época como “el Abad Ponz”, fue un ilustrado sacerdote y pintor valenciano que pasó parte de su vida en Italia. A su regreso a España, el ministro Campomanes le encomendó visitar Andalucía para catalogar las obras de arte que quedaron en la región tras la expulsión de los jesuitas ordenada por Carlos III. De aquella experiencia nació “Viage de España”, un total de 18 volúmenes de cartas de viaje que describen la España del siglo XVIII.
A continuación, transcribimos textualmente la descripción del Monasterio Jerónimo de Buena Vista, recogida en la carta quinta del volumen nono de su magistral obra. En esta ocasión utilizamos la primera edición de 1780 impresa por Joaquín Ibarra, y conservada en la Biblioteca de la Universidad de Michigan (Estados Unidos de América):
"16. A distancia algo mas de un quarto de legua del Hospital de la Sangre está el Monasterio de S. Gerónimo, llamado con justa razón de Buena vista, porque realmente es una delicia la campiña que desde lo alto del Monasterio se descubre en sus alrededores, y la vecina ribera del Guadalquivir. Antes de llegar se pasa por delante el Hospital de S. Lázaro. Fué reedificado dicho Monasterio en el buen tiempo de las artes, como lo manifiestan muchas partes de él, señaladamente el claustro grande, adornado de medias columnas dóricas en el primer piso, y jónicas en el segundo, con antepechos, y balaustres, y ademas otros adornos, y portaditas de buen estilo á lo largo de las galerías. Igualmente es suntuosa la escalera principal con su cúpula, y linterna, &c. La Iglesia tiene aún de la manera gótica, como también el retablo mayor; sin embargo, se ven en él muchas figuras de esculturas muy bien compuestas, y plegadas, con otros adornos, que ya nos alegráramos fuesen tan buenos muchos de los de nuestra edad.
17. Le considero ya impaciente á V. porque no le hablo de la famosa estatua de barro cocido del tamaño del natural, obra del gran Torregiano. Está, pues, dicha estatua colocada, sin merecerlo, en un altar moderno de mala arquitectura al lado del Evangelio. Su postura es de rodillas, con un canto en la mano derecha, y un Crucifixo en la otra. El contraste de la figura, su grandioso caracter, y expresion, inteligencia de anatomía, y lo demas, no tiene igual; de suerte, que en mi dictamen puede estimarse esta obra, como igual en su linea á las mejores del gran Miguel Angel. ¡Con quánto mas gusto la irian á ver los aficionados, é inteligentes, si la pudiesen reconocer bien por todos sus lados fuera de aquel nicho, donde está colocada!
18. En una capilla inmediata á la referida hay un hermoso quadrito de la Concepcion, obra de Murillo, pero en malísimo retablo, semejante al qual se van poniendo otros en las demas capillas: cosa sensible, y mucho mas en las Iglesias de los Padres de la Orden de S. Gerónimo, que, como he dicho en otras partes, son regularmente las mas bien fabricadas, y en donde se encuentran mejores cosas. En la Sacristía, que tambien es de buena arquitectura, se ven diferentes quadros de Juan de Valdés. Los de la vida de S. Gerónimo a lrededor del claustro del Convento, y algunos otros los ha hecho D. Juan Espinal, Pintor acreditado de esta Ciudad.
19. Hubo en este Monasterio dos Religiosos, á los quales se atribuye la arquitectura del claustro principal, y de otras partes de la casa. Se llamaban Fr. Bartolomé de Calzadilla, y Fr. Felipe de Moron, personas de mucha virtud, segun la memoria que queda de ellos, y vivieron desde el año 1600 hasta el de 1658. El segundo parece que tenia por principal oficio el de Cantero. A estos se atribuye la arquitectura dicha; pero me persuado, que querrán decir la execucion de ella, ó de parte de ella, pues la invencion se conoce que fué de algun principal Arquitecto de la edad de Felipe II. y dice no poco la del claustro con la del Escorial. Se sabe que Juan de Herrera fué el Arquitecto de la Lonja de Sevilla. En algunos altares de las Iglesias se conoce el estilo de su escuela: pudo él, ó alguno de sus discípulos dar ideas para lo bueno que se fabricó en S. Gerónimo.”
Comentarios
Publicar un comentario