Desde la Comisión Ejecutiva Federal del partido socialista se ha impulsado el proceso de reflexión y debate del conjunto del Partido, la militancia, los simpatizantes y expertos progresistas de nuestro país, para definir el programa político con el que el PSOE concurrirá a los procesos electorales de 2015.
Después de haber debatido sobre Europa, la próxima reflexión será sobre la alternativa económica al sistema capitalista neoliberal quebrado y fracasado que nos ha empujado a la mayor crisis de la historia de España desde la Guerra Civil. A continuación, y en dos entregas, publicamos el documento que servirá de orientación en el Grupo de Trabajo del próximo 1 de abril, y la Asamblea Abierta del 8 de abril, que celebraremos en la Casa del Pueblo de San Jerónimo.
El nuevo proyecto socialista se alumbra en unas circunstancias económicas muy difíciles: con un desempleo masivo que amenaza con condenar al dilema del paro o la emigración a toda una generación de jóvenes y desde la imperiosa necesidad de preservar y mantener conquistas y derechos que creíamos consolidados pero que vuelven a ser puestos en cuestión por aquellos que siempre los vieron como una amenaza para sus privilegios.
España necesita casi más que ningún otro país europeo una estrategia de largo plazo que apueste por el crecimiento de los nuevos sectores de futuro (como las energías renovables, las ecoindustrias, la biotecnología, el transporte sostenible, las TICS, las industrias culturales, todo el sector exportador, etc.). Y, sin embargo, el gobierno tiene alborotado al sector energético, ha reducido drásticamente la inversión en I+D+i, ha dejado aparcadas todas sus promesas electorales para impulsar el emprendimiento, su proyecto de marca España no termina de arrancar y mantiene un silencio helador sobre su política industrial de futuro.
Para abordar esa nueva estrategia de crecimiento es imprescindible preservar la inversión pública. Pero con los planes del Gobierno, la reducción de la inversión pública hasta 2014 será de 2,2 puntos adicionales, hasta situarla en el 1,5% del PIB, el nivel más bajo de toda la serie. Recuperar el crecimiento económico sin inversión pública, que tiene efectos muy relevantes sobre la actividad y el empleo -cada punto del PIB de reducción de la inversión pública disminuye un 0,3% el PIB en el trimestre en el que se inicia el proceso de ajuste con un efecto negativo acumulado del 0,9% en cinco años- y con la depresión actual del sector privado, será una tarea prácticamente imposible.
Por eso, España debe poner en marcha una política económica alternativa, en colaboración con las instituciones europeas y en torno a líneas de acción diferentes:
• Es preciso liderar una estrategia de crecimiento abierto que apueste por la transformación de nuestro tejido productivo, basada en la generación de valor añadido y en la conquista de nuevos mercados de exportación. El apoyo a los investigadores, el impulso a los emprendedores, el despliegue de nuevas plataformas de crecimiento o la recapitalización de nuestra fuerza laboral a través de nuevas políticas activas de empleo, son aspectos cruciales en los que nuestro país se juega su futuro.
• En paralelo, y para hacer posible esta estrategia de crecimiento, es necesario cambiar la estrategia de ajuste fiscal indiscriminado por otra estrategia de ajuste inteligente, con una reducción del déficit más lenta dejando espacio para las inversiones productivas que permitan el cambio de modelo económico. También debe ser más justo, en el que contribuyan más los que más tienen. Requerirá de una reforma fiscal, de un reforzamiento de las relaciones laborales y de la competencia en nuestros mercados de productos y servicios, de tal forma que la superación de la devaluación competitiva que atraviesa la economía española no se base solo en la reducción de los salarios de los trabajadores, sino en una contribución más equilibrada de los precios y márgenes empresariales.
El Partido Socialista quiere someter este planteamiento alternativo a un debate en profundidad. Las políticas económicas funcionan mejor cuando los ciudadanos y las empresas que actúan como agentes económicos, comparten los grandes rasgos del modelo socioeconómico en el que operan. Y es imprescindible contar con todos, eliminando cualquier discriminación que afecte a la participación en la economía y en el empleo. Son necesarios todos los conocimientos y las capacidades de hombres y mujeres de nuestro país.
Vamos a estructurar los debates en torno a las cuestiones centrales para nuestro proyecto alternativo. Comenzaremos ofreciendo reflexiones generales sobre cada una de las cuestiones a tratar, para luego, una vez hayamos incorporado todas las aportaciones de los militantes y simpatizantes que quieran participar en este proceso abierto, convertirlas en posiciones políticas y en medidas concretas.
(continuará)
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