EL 25 DE MARZO, ANDALUCÍA VOTARÁ SU NUEVO PARLAMENTO DEL QUE SALDRÁ EL PRESIDENTE DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA PARA LOS PRÓXIMOS CUATRO AÑOS
Pepe Griñán o Javier Arenas. Mantener y mejorar la Andalucía que conocemos, o copiar modelos fracasados con los madrileños y valencianos. Esta es la disyuntiva a la que la sociedad andaluza se va a enfrentar el próximo 25 de marzo de 2012.
Los últimos años han sido duros, muy duros, especialmente para los de siempre. Los que tenemos contratos precarios, estamos en paro o tenemos familiares y amigos en tal situación, el trabajador autónomo que ha visto como sus ventas han caído brutalmente. Con las elecciones del 20-N la sociedad española dijo lo que no quería: no quería más sumisión a los mercados, no quería un gobierno que no hablara claro, no quería un gobierno que hiciera políticas de derechas. Pero al no decir lo que quería, sólo lo que no quería, ganó el PP. El mismo PP mentiroso de siempre, que prometió que no subiría los impuestos pero que los ha subido; que prometió reducir gastos suntuarios y los ha mantenido; que dijo que bajaría el IVA al sector turístico y los ha mantenido.
La misma derecha que en Sevilla prometió que las Naves de Renfe estarían rehabilitadas para diciembre de 2011, y aún no han movido un ladrillo; la derecha que en nuestra ciudad gasta ingente cantidades en luces y flores en el centro pero mantiene paralizada las obras de calle Mejillón; esa misma derecha que antes de las elecciones se paseaban por las calles de San Jerónimo y que ahora sólo intentan boicotear las fiestas populares del barrio (Velá, Cabalgata, Carnavales).
Por eso es importante que el 25-M la sociedad andaluza vote lo que quiere, no lo que no quiere. Y nadie puede llamarse a engaño. Los y las trabajadoras saben que el PP no trae empleo, viene con los recortes debajo del brazo; las y los comerciantes saben que el PP viene con la desregulación de horarios comerciales similar a Madrid, no con medidas de apoyo al pequeño comercio de los barrios; los y las estudiantes saben que con el PP las becas se reducirán en cuantía y número; las y los usuarios de la Sanidad Pública saben que el PP llega con el copago y la reducción de servicios que lejos de impedir los abusos castiga a todos por igual.
Los y las andaluzas solo deben comparar los servicios, prestaciones y programas que el gobierno de la Junta de Andalucía, gobernado por el PSOE, mantiene en época de crisis, y las medidas que han puesto en marcha los gobiernos de la derecha, del PP y de CIU: Cataluña, Madrid, Valencia, Murcia, etc. ¿Quién no tiene a un familiar y/o amigo que vive en Cataluña y tras la llegada de la derecha a la Generalitat debe desplazarse cuarenta, sesenta kilómetros de su casa para tomarse la tensión, mientras en Andalucía no se han cerrado ni hospitales ni centros de salud? ¿Quién no recuerda que la Comunidad Valenciana decidió no dar ordenadores a los alumnos del sistema público mientras daba subvenciones millonarias para la Fórmula I mientras Andalucía si los sigue facilitando? ¿Quién no ha escuchado que Castilla-La Mancha ha suprimido las ayudas complementarias para los y las jubiladas, cosa que no ha ocurrido en Andalucía?
Los y las socialistas sabemos lo que queremos. Queremos que quien “manden” sean las y los ciudadanos y no los mercados; que la prioridad sea que nadie se quede atrás; que la defensa del Estado de Bienestar sea un objetivo irrenunciable. Y sabemos que con todas las críticas posible, hoy por hoy, sólo el PSOE puede asegurar que Andalucía no vuelva a convertirse en la región periférica que la derecha siempre ha querido.
Los chistes de la derecha sobre Andalucía, las declaraciones de políticos y periodistas de la derecha diciendo que los y las andaluces somos vagos, manirrotos, vividores; las descalificaciones de la derecha catalana sobre todos y todas nosotras; todo ello nos demuestra que por mucho que se vista de cordero el lobo de la derecha, el PP nos devolverá al pasado, a la Andalucía de hace treinta, cincuenta años.
Decía el filósofo José Luis López Aranguren que desde fuera de la democracia siempre se intenta trasmitir que “todos somos iguales”. Porque no somos iguales, porque derecha e izquierda aún tiene sentido, porque los gobiernos de la derecha ya no pueden engañar ocultando lo que van a hacer, los y las andaluzas debe valorar la importancia de su voto.
Porque los y las socialistas, desde siempre, hemos defendido la democracia plena, donde cada voto cuenta, y cada voto decide, el 25-M queremos contar con todos, queremos contar contigo.
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