El compromiso de los socialistas con la sanidad ha sido histórico. No sólo fue el impulsor del actual sistema a partir de 1982, sino que además, aunque la crisis llegó en 2008, los recortes llegaron en 2011 de la mano del PP.
Por ello, a demás de eliminar los copagos de Rajoy, aprobar una ley de buen gobierno e incluir nuevos planes de salud, los socialistas se comprometen a incluir en la Constitución el derecho a la sanidad pública universal.
La llegada del PSOE al gobierno de la Nación en 1982 marca un ante y un después en la sanidad española. Con la llegada del primer gobierno socialista se impulsó un Sistema Nacional de Salud que alcanzó su máximo con su declaración de universal con el presidente Rodríguez Zapatero.
Por ello, el compromiso del PSOE con el Sistema Nacional de Salud español está sobradamente acreditado por los hechos. Tanto que es una garantía de su mantenimiento, incluso ante situaciones tan adversas como la durísima crisis económica que está padeciendo España, desde el año 2008.
La prueba la encontramos en que aunque la crisis la estamos viviendo desde 2008, no se ha producido ningún recorte a nivel nacional, hasta que llegó el Gobierno del PP, presidido por Rajoy. Y lo que no había sucedido en más de 3 años de la peor crisis padecida en décadas, ocurrió en los 4 primeros meses de su gestión.
Además, la acción de los gobiernos socialistas en Andalucía y en Asturias son una clara muestra de cómo, aún en tiempos de crisis, se puede desarrollar una política sanitaria fundamentada en la sanidad pública, que contrasta con las políticas del Partido Popular orientadas a la erosión del sistema público de salud y el fortalecimiento de las posibilidades de generar negocio al capital privado, a costa de esa erosión.
CON LOS SOCIALISTAS LA SANIDAD PÚBLICA VOLVERÁ A SER UN DERECHO UNIVERSAL
El PSOE está dispuesto a promover una nueva normativa que permita la recuperación de la cobertura universal del derecho a la atención sanitaria y la protección de la salud.
De hecho, los socialistas quieren incluir este derecho fundamental en la Constitución.
Además, el PSOE quiere que la sanidad pública tenga una única cartera común de servicios para toda la ciudadanía, sin distinción y sin barreras de acceso, es decir, sin copagos. Por ello, el PSOE se compromete a eliminar el copago farmacéutico impuesto por Rajoy a los pensionistas y los enfermos crónicos.
Para asegurar una suficiente financiación, la intención de los socialistas es fijar el objetivo de llegar a invertir en sanidad pública un 7% del PIB en el horizonte de 2 legislaturas (ocho años). También que los presupuestos destinados a sanidad tengan un carácter finalista, para que no puedan ser gastados en ninguna otra cosa distinta.
También se hace necesaria, para garantizar en toda España la participación democrática en la gestión, la transparencia, la evaluación y la rendición de cuentas.
En este campo, el compromiso socialista es fomentar la autonomía de la gestión clínica y derogar la Ley 15/1997 y permitiría revertir las decisiones de privatización de la gestión sanitaria impulsadas por el PP.
El PSOE apuesta por también por promover la Atención Primaria y nuevos Planes específicos de salud para responder a necesidades concretas como los planes de modernización de la atención a la salud mental, para reorganizar y mejorar la asistencia a los enfermos crónicos, y de protección a la salud frente a al contaminación ambiental.
Y, en el caso de la atención al proceso final de la vida se propone impulsar la aprobación de una Ley de muerte digna.
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