EN EUROPA SE ESTÁ LIBRANDO TRES GRANDES BATALLAS: LA LUCHA CONTRA LA CRISIS, EL MODELO SOCIAL Y ECONÓMICO, Y EL FUTURO DE LA UNIÓN EUROPEA.
Hoy ofrecemos un pequeño extracto de la
intervención de Elena Valenciano, candidata socialista a las Elecciones Europeas
de 2014, que ofreció en FORUM EUROPA. TRIBUNA ANDALUCÍA el pasado día 11 de
abril, en Sevilla.
En una interesante reflexión, realiza un
análisis bastante certero de la actual crisis, y las claves de los dos modelos
políticos con posibilidades de gobernar en la Unión Europea. Para leerlo
completo, puedes cliquear aquí.
El 25 de mayo se
decide el futuro de millones de ciudadanos europeos y la viabilidad misma del
proyecto de la unidad europea. La decisión se plantea en una encrucijada
histórica; el camino que ahora tomemos señalará el camino de muchísimas
generaciones. Y les digo una cosa, no tenemos mucho tiempo.
Europa ha dejado
atrás un terrible pasado de guerras devastadoras y de muros que nos han
dividido durante décadas en bloques irreconciliables.
Pero hoy en la Unión Europea conviven países
que se enfrentaron y que ahora trabajan juntos. Países que estuvieron separados
por el telón de acero, durante muchísimos años.
Y lo que es aún
más importante: en Europa, la democracia se ha impuesto frente a los
totalitarismos.
Esas son las
buenas noticias. La mala noticia es que vivimos la crisis económica más
profunda que ha conocido esta generación; que aún seguimos padeciendo esa
crisis y buscando el camino de salida, pero ya sabemos que sus efectos marcarán
la vida de las generaciones futuras.
Hoy en Europa se
está librando al menos tres grandes batallas políticas simultáneamente:
a) En primer
lugar, la batalla de la lucha contra la crisis, la recuperación del crecimiento
y el empleo.
b) En segundo
lugar, una batalla ideológica, que tiene que ver con el modelo económico y
social que salga de esta crisis, es la batalla del modelo de sociedad que
queremos dejar a nuestros hijos y a nuestros nietos. Esa que hará cambiar la
vida de millones de europeos en un sentido o en otro, en función de quién gane
esa batalla ideológica.
c) Y en tercer
lugar, una batalla histórica: si la
Europa unida sigue siendo un proyecto viable o volverá a ser
un proyecto fracturado, dividido por nacionalismos excluyentes o bloques
enfrentados.
Añadiría una
cuarta batalla: la legitimidad democrática del proyecto europeo; pero eso daría
para una conferencia en sí misma. Centraré la atención en los tres puntos que
he señalado.
Y en los tres hay
un elemento común: la respuesta de los conservadores y la respuesta de los
progresistas es totalmente diferente. Nunca fue tan diferente la respuesta a
estas tres batallas políticas.
Hay sobre la mesa
dos políticas económicas para salir de la crisis;
Hoy dos modelos
de sociedad;
Y dos ideas sobre
el futuro de la Unión Europea
y también de España.
Y estas ideas
están representadas por las dos grandes familias políticas que pueden gobernar
en Europa:
Por un lado, la
familia conservadora agrupada en torno al Partido Popular, que además ahora
siente muy fuerte la presión de la extrema derecha populista;
Y del otro lado,
la familia socialdemócrata agrupada en torno al Partido Socialista Europeo.
(…)
¿Cómo se sale de la crisis?
Empecemos por la
primera de las tres grandes cuestiones a las que me he referido: ¿cuál es el
mejor camino para salir de esta crisis de una forma duradera, equitativa y
sostenible? Las tres cosas.
Con la crisis
hemos aprendido también algunas cosas:
a) Que el origen
de la crisis estuvo en el descontrol y la desregulación de los mercados
financieros y que, por tanto, hay que volver a una regulación que someta a los
mercados al interés general.
b) Que el desafío
de la crisis era global y exigía respuestas globales e instrumentos globales de
gobernanza. De ahí salieron las primeras reuniones del G-20, que por un momento
pareció ser el germen de un verdadero gobierno global.
c) Que la
respuesta a la crisis tenía que venir por el lado de la reactivación de la
economía, de los estímulos al crecimiento y de la lucha comprometida contra el
cambio climático.
(…)
En algunas zonas
del mundo, como Estados Unidos, se siguió aplicando la estrategia marcada por
el G-20 y se estimuló la reactivación económica. Y eso les ha permitido
remontar, de tal forma que desde 2009, en Estados Unidos se han creado ocho
millones de empleos.
En ese mismo
tiempo, en Europa se cambiaron el diagnóstico y la receta. Y desde entonces se
han destruido dos millones y medio de puestos de trabajo.
Europa cambió de
estrategia: de la reactivación, a la austeridad y al ajusto fiscal por encima d
e todo.
Asumió como un
mal inevitable la destrucción masiva de empleo y el desmantelamiento de los
sistemas de protección social.
Y empleó
cantidades ingentes de dinero para salvar a los bancos, pero no dio un solo
paso en la dirección de regular a los mercados financieros y tampoco dio un
solo paso para aliviar el sufrimiento de la población europea.
De hecho, los
mercados financieros se convirtieron en un poder fáctico irrenunciable, capaz
de levantar o hundir países enteros a base de meros movimientos especulativos.
Ésta fue y sigue
siendo una opción 100% ideológica de la Unión Europea.
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