Hoy recordamos un fragmento del discurso pronunciado por Julián Besteiro
el 26 de marzo de 1933 en el Teatro María
Guerrero, de Madrid, para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de Carlos
Marx. Considerado uno de los textos más importantes de la producción teórica de
Besteiro, recoge reflexiones de completa actualidad, cuando advierte del
peligro del reformismo y la necesidad de que el proyecto socialista sea transformador.
En este
fragmento del discurso, titulado “Es preciso que no reneguemos de la democracia”,
explica que para transformar el sistema primero hay que controlar todos los
resortes del poder, pero siempre desde la democracia, sin atajos.
Pero,
compañero, para que nosotros tengamos autoridad para decir eso no se puede
tolerar, es preciso que no reneguemos de la democracia que hemos establecido.
Hay en el movimiento obrero de todos los países, ya lo sabéis, dos tendencias:
una, que se cree la heredera legítima del verdadero MARX y que está expuesta en
el libro titulado Estado y revolución,
que LENIN publicó el año 17. Un libro interesante, que fue escrito en el
periodo de transición entre las dos revoluciones rusas últimas: la revolución
burguesa y la revolución proletaria. Para Lenin, era preciso apoderarse del
Poder y establecer una verdadera dictadura en el sentido estricto de la
palabra, para, mediante esa dictadura, acabar con el capitalismo. Y se nos
presenta el momento difícil cuando Lenin establece esos principios. El creía
interpretar fielmente a MARX; pero el hecho es que los pasajes más oscuros de
MARX son los que se refieren, no ya a la lucha política, que está bien puesta
en claro en el curso de la Historia, pero sí lo que en sus obras expresa
constantemente como estas frases: “Poder político y dominio político.”
Espíritus
como el de Rosa de Luxemburgo han pensado que la interpretación de Lenin es
infantil y que en realidad no recoge el espíritu de MARX, sino que lo deforma y
empequeñece. La posición de Rosa de Luxemburgo y de otros compañeros
socialistas contemporáneos ha sido esta: el Poder político a que alude MARX, muy
principalmente, consiste en dominar todos los resortes del Poder de la sociedad
burguesa por una acción de penetración decidida y enérgica y continua del
proletariado. Y, cuando se tengan ya bien dominados, entonces cambiar de arriba
abajo toda la estructura de la vida social.
Es
decir, que para nosotros será un compromiso circunstancia; pero no es obra
esencia ni conveniente gobernar en un régimen burgués, mientras no estemos en
verdaderas condiciones de hacer honor a nuestro espíritu. Y es posible que en
una recta interpretación de la acción de la democracia social, que busca el
dominio político, haya que aceptar principalmente las ideas de Rosa de
Luxemburgo.
Y
la tarea es enorme, porque no consiste en mandar unos cuantos representantes a
esas organizaciones, sobre todo económicas, y a las organizaciones de trabajo
que puedan existir en la sociedad burguesa. Hay que mandarlos con espíritu
formado y mantener el control sobre ellos, de tal manera que la acción de los
compañeros no sea la acción de su conducta individual, sino la de las masas,
que es la verdaderamente fecunda.
Si estás interesado en conseguir el texto completo del discurso de Julián Besteiro, por favor, solicítalo por e-mail a la dirección: formacion@psoesanjeronimo.es
Si estás interesado en conseguir el texto completo del discurso de Julián Besteiro, por favor, solicítalo por e-mail a la dirección: formacion@psoesanjeronimo.es
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