Los 7 meses del
Gobierno presidido por Mariano Rajoy encierran con seguridad el periodo más
crítico vivido por la economía española en las últimas décadas.
El Gobierno ha acumulado errores, contradicciones e indecisiones muy considerables
desde su mismo arranque y el precio a pagar por todos ha sido el de la
desconfianza generalizada en torno a su capacidad y a la propia solidez de nuestra
economía. Una tan inédita como súbita pérdida de credibilidad del Ejecutivo que
ha afectado de lleno a la economía española cuyo máximo exponente ha sido el
espectacular incremento de la prima de riesgo (de los 347 en el traspaso de
poderes a 649 en el mes de julio) y una caída del valor de la Bolsa hasta
niveles del año 2003 en poco más de un semestre.
El Gobierno y el PP culpan al PSOE, los sindicatos, la herencia, los trabajadores….
A todos, a excepción de ellos mismos. Con una ausencia de liderazgo tan
evidente como preocupante y haciendo gala de una falta de previsión
sorprendente en quienes afirmaban enfáticamente desde la oposición tener un
plan, ahora ya se enfrentan a los resultados de su propia gestión; a la huella
de sus propios errores:
PRESUPUESTOS
El 14 de febrero, Bruselas insta al Gobierno de Rajoy a acelerar sus Presupuestos.
Pese a ello, el Ejecutivo del PP esconde el proyecto de sus cuentas esperando
la celebración de las elecciones andaluzas y asturianas no los presenta hasta
primeros de abril. Estos Presupuestos, además, son enmendados en su totalidad
por el mismo Gobierno, primero, a mediados de abril, con el recorte de 10.000
millones en educación y sanidad y, en julio, con el último paquete de recortes
y ajustes por un volumen de 65.000 millones.
DÉFICIT
El 2 de marzo, Rajoy anuncia en Bruselas un objetivo de déficit para
2012 del 5,8%. Afirmando “”no he consultado a los líderes europeos y a la Comisión
se lo contaré en abril”. El 4 de marzo,
Rajoy afirma de forma solemne que “España va a recuperar muy pronto su
credibilidad”. El 12 de marzo, el Eurogrupo corrige de forma pública al Gobierno y le impone un recorte
adicional para fijar el déficit en el 5,3%.
Mientras se intensifica la estrategia de echar la culpa de todo a la
herencia del Gobierno de Zapatero, el 18
de mayo sale a la luz que el desvío en las cuentas de Madrid, la Comunidad
Valenciana y Castilla y León –todas CCAA gobernadas desde hace tiempo por el
PP- elevan al 8,9% el déficit de 2011.
ASUNTOS EXTERIORES
El 24 de julio, el Gobierno
tiene un considerable patinazo diplomático con Francia e Italia al destacar
en un comunicado que ambos países hacían frente común con España para defender
la inmediata ejecución de los acuerdos del Consejo Europeo de finales de junio
para combatir la crisis de deuda. Tal acuerdo fue desmentido por las
cancillerías francesa e italiana y el Ministerio de Asuntos Exteriores tiene
que retirar el comunicado.
IMPUESTOS
Empezaron negando
rotundamente su subida del IVA por las
consecuencias negativas que tendría para el consumo; siguieron afirmando que si
se subía no sería en 2012; han terminado
estableciendo su subida para el 1 de septiembre de 2012.
La recuperación por deducción de compra de vivienda fue una promesa
estrella del PP durante la campaña electoral y una de las pocas que cumplió
cuando llegó al Gobierno, a pesar de todas las críticas que recibió. Pasados seis meses, han tenido que
rectificar para anunciar su eliminación incluso para las rentas más bajas e
incorporando efectos retroactivos.
Además, el Gobierno pone en marcha una amnistía fiscal para los grandes defraudadores. En un
principio, se dice que éstos verán perdonadas sus deudas con Hacienda a cambio
de que paguen entre un 40 y un 50% del capital que afloren. Después el límite
se ha rebajado al 10% del patrimonio oculto que salga a la luz. La Audiencia Nacional y el Tribunal
Constitucional han admitido los recursos contencioso-administrativo y de
inconstitucionalidad respectivamente que
el PSOE ha presentado contra la amnistía fiscal.
EMPLEO
Durante la campaña electoral, Rajoy
negó en múltiples ocasiones que fuera
a reducir las prestaciones por desempleo, lo que el Gobierno ha aprobado en el
último paquete de medidas.
Con
su reforma laboral y con todos sus recortes y ajustes, el Gobierno ha hecho
saltar por los aires el diálogo social y ha provocado un clima de crispación en
la sociedad desconocido hasta ahora en España.
REFORMA FINANCIERA
Los indicadores de
confianza en España se mantuvieron bien hasta finales de 2011. Desde los primeros días de 2012, venimos asistiendo al desplome de
la confianza en España y muy especialmente en su sistema financiero.
Al poco de llegar al Gobierno, De Guindos se desplaza a Estados Unidos
y en la sede de uno de los grandes periódicos económicos asegura que la banca
española necesitaba 50.000 millones de euros.
El
Gobierno de Rajoy ha introducido cambios en la estrategia de reestructuración
bancaria, decidiendo gestionar directamente la crisis de Bankia.
Los titubeos y
contradicciones dentro del mismo Gobierno sobre el alcance y consecuencias del
rescate de la banca española disparan la prima de riesgo y hunden la Bolsa.
Las dudas sembradas por el mismo Gobierno sobre nuestro sistema financiero
y sobre las instituciones de supervisión españolas generan la desconfianza
internacional.
Tuvo que acudirse a dos agencias evaluadoras privadas para que analizaran
la situación del sistema financiero español por la misma estrategia de
descrédito del Banco de España iniciada por el Gobierno.
Finalmente las agencias llegaron a las mismas conclusiones que el
Banco de España, con lo que el gasto en el estudio de las evaluadoras podría haberse
evitado.
El rescate del
sistema financiero en junio fue tratado de manera irresponsable por el
Presidente del Gobierno como un éxito (“el
que ha presionado he sido yo”) cuando se trató de una intervención debida a la propia
incapacidad del Gobierno en el asunto de Bankia; provocó además del desmentido, un evidente malestar en las
instituciones y socios europeos
FUNCIÓN PÚBLICA
En su primer Consejo de Ministros, presumieron que se mantenía el sueldo de los funcionarios, aunque a
la vez, en ese mismo Consejo de Ministros, aprobaron la ampliación de la
jornada laboral para este colectivo. Hasta marzo, el Gobierno negó que fuera a
tocar los sueldos de los empleados públicos. El 5 de marzo, el mismo Rajoy afirmó que no tenía “ningún proyecto de
reducir los sueldos de los funcionarios”. El 12 de abril, el secretario de
Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, afirmaría que los empleados
públicos debían "olvidarse del cafelito y de leer el periódico" y ser
más productivos. El desenlace de la
historia ya es conocida: eliminación de la paga de Navidad a todos los
funcionarios y empleados públicos, más la reducción de los días de libre disposición.
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