LA REFORMA EDUCATIVA DEL PP DINAMITA EL AVANCE CONSEGUIDO DESDE 2006 CON LA LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN
La Ley Orgánica de Educación, promovida por el gobierno socialista en 2006 ha llevado a España a mejorar extraordinariamente en este campo, como lo demuestran los estudios de organismos internacionales.
Padres, profesionales y alumnos certifican que la reforma educativa reaccionaria del PP supondrá más abandonos, privatización y pérdida de calidad para barrios como los de San Jerónimo.
La educación en España ha mejorado extraordinariamente en los últimos años, tal y como atestiguan los estudios de organismos internacionales. Hoy los niveles de escolarización son más altos que nunca en todas las etapas educativas, el porcentaje de abandono escolar prematuro ha disminuido sustancialmente en los últimos años, y somos uno de los países que más ha avanzado en los últimos años en rendimiento y equidad. El resultado es que hoy disponemos de un sistema educativo con un nivel creciente de calidad, organizado como un servicio público universal, que llega a toda la población en condiciones de igualdad y de calidad.
El último impulso a este avance se produce en 2006, cuando tras un intenso debate y un diagnóstico riguroso, se aprueba la Ley Orgánica de Educación con un altísimo grado de acuerdo entre comunidad educativa, organizaciones sociales y fuerzas políticas. Esta Ley junto al aumento sostenido durante varios años de los presupuestos para educación, han permitido un enorme avance en los objetivos de la estrategia de la UE para el 2020.
Estos logros están ahora en peligro al presentar el Gobierno de Rajoy un
nuevo proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa de
carácter extremadamente conservador, regresivo para la educación pública y que supone un cambio profundo en la organización de la educación en España. La realidad es que para su elaboración se ha servido de sus principios ideológicos, renunciando a la elaboración de un diagnóstico riguroso, compartido y coherente de las necesidades y objetivos educativos para los próximos años.
Esta nueva reforma abre un camino tan injusto como ineficaz puesto que asume que segregando pronto a los jóvenes se reduce el fracaso escolar. Las medidas propuestas van claramente encaminadas a excluir cuanto antes del sistema escolar precisamente a quienes más necesitan de la escuela, y a formar a los niños y a los jóvenes expresamente con criterios competitivos.
Un proyecto de Ley que se utiliza como elemento arrojadizo entre españoles y busca degradar las lenguas cooficiales, al tiempo que promueve un proceso de re-centralización que obvia la contribución de las CCAA a la mejora de la educación en España.
Desde luego, no se entiende qué razones, fuera de las puramente ideológicas, avalan el fortalecimiento de la enseñanza de la religión católica y permiten eliminar la formación cívica de la Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos.
Un proyecto de Ley que muestra una desconfianza preocupante hacia el docente y que pone toda su fe en las reválidas, las evaluaciones y lo rankings.
En definitiva, una reforma educativa que supone un menoscabo hacia la escuela pública y que demuestra una profunda desconfianza sobre el
papel indispensable y positivo que ésta ha jugado en el desarrollo de los
últimos treinta años en España.
Por todo ello, desde los socialistas sevillanos han mostrado su más profundo rechazo al recién aprobado proyecto de ley orgánica de mejora de la calidad educativa (LOMCE), apoyando todas las manifestaciones y movilizaciones que se convoquen desde la comunidad educativa en favor de la educación publica y de rechazo a la LOMCE
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