Desde 2003, el día 9 de diciembre se celebra el Día Internacional contra la Corrupción para crear conciencia contra esta lacra. En 2012 el lema es “Actúa desde hoy contra la Corrupción”.
En España, la percepción de la corrupción ha aumentado de forma significativa, lo que supone que por primera vez la sociedad española es consciente de un problema hasta ahora tolerado socialmente.
El 31 de octubre de 2003, la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó proclamar el día 9 de diciembre como Día Internacional contra la Corrupción. Desde entonces, todos los años organizaciones internacionales y nacionales, públicas y privadas, utilizan esta efeméride para denunciar los costos humanos, económicos y sociales que general la corrupción.
En su declaración de este año, Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, ha denunciado que “el costo de la corrupción se mide no solo en los miles de millones de dólares de recursos públicos que se malgastan o son robados, sino también, y en forma más cruda, en la falta de hospitales, escuelas, agua potable, caminos y puentes que se podrían haber provisto con ese dinero y que sin duda habrían cambiado la suerte de las familias y las comunidades.”
Así, “La corrupción malogra las oportunidades y crea desigualdades flagrantes. Socava los derechos humanos y la buena gobernanza, frena el crecimiento económico y distorsiona los mercados” como también “agudiza los problemas ambientales, a causa del vertimiento ilegal de residuos peligrosos y el comercio ilegal de la fauna y la flora facilitados por el soborno y los incentivos encubiertos que determinan a quién se han de adjudicar los contratos, en particular cuando se trata de proyectos de infraestructura a gran escala sumamente lucrativos.”
Ki-moon considera que “La corrupción no es inevitable. Nace de la codicia y del triunfo de una minoría antidemocrática sobre las expectativas de la mayoría. En el Día Internacional de lucha contra la corrupción, exhorto a todos a trabajar por un futuro sostenible donde la corrupción sea expuesta y rechazada, donde prevalezca la integridad y donde se concreten las esperanzas y los sueños de millones de personas.”
Hoy sabemos que en los países en los que se perciben altos niveles de corrupción, el ingreso per cápita es menor; la distribución del ingreso es más injusta; hay bajos niveles de inversión extranjera y nacional, así como bajos niveles de crecimiento económico. El grado de desarrollo de un país está relacionado negativamente con los niveles de percepción de la corrupción, por lo que podemos decir que ésta es una de las características del subdesarrollo.
LA PERCEPCIÓN DE LA CORRUPCIÓN EN ESPAÑA
Los casos de corrupción que en este año se han conocido se generaron hace años, incluso décadas. Pero ha tenido que esperar hasta que la crisis ha sacado a la luz el entramado de corrupción en muchas de las organizaciones públicas, económicas y sociales para que la sociedad española comience a tomar conciencia de su gravedad.
Según Transparency International, en 2012 la percepción de la corrupción de la sociedad española obtenía una puntuación de 65 puntos (de una escala de
0 a 100, donde 0 significa que un país se percibe a sí mismo como altamente corrupto y 100 se perciben como muy limpio), lo que le situaría en el puesto 30 junto a Bostwana, cuando en años anteriores había obtenido una puntuación de 62 en 2011 y 61 en 2010.
LA RESPONSABILIDAD DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS
No existe una corrupción buena, a pequeña escala (en la vida cotidiana) y otra mala, a gran escala. La corrupción es un cáncer que allí donde se instala termina pudriendo todo el entramado social.
Por ello, los partidos políticos en general, y el PSOE en particular, debemos ser intolerantes hacia cualquier tipo de corrupción, interna o institucional, además de controlar aquellos focos económicos legales e ilegales con gran poder de corromper. Diligencia que no hemos seguido en el pasado y que ahora nos obliga a sobre-reaccionar ante cualquier sospecha de corrupción.
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