DENUNCIA SOCIALISTA: LA REFORMA FISCAL INCUMPLE AÚN MÁS QUE PAGUE MÁS EL QUE MÁS TIENE Y NO LUCHA CONTRA EL FRAUDE
La propuesta socialista
defendida por Pedro Sánchez supone todo lo contrario, ya que apuesta por
incluir la riqueza en el IRPF y una lucha contundente contra el fraude fiscal.
En cambio, la propuesta
aprobada por el PP este verano con “agosticidad” y alevosía, que fomenta la
desigualdad, hace más rico al rico y carga más la recaudación en las clases
medias.
El
pasado 1 de agosto, el gobierno del PP aprobó una nueva reforma fiscal que
profundiza en su proyecto de seguir beneficiando a los más ricos, provocando la
insuficiencia de recursos del Estado de Bienestar que justifique su
liquidación.
Con
la última medida de Rajoy, se sigue quitando dinero a las familias trabajadoras
para no cobrarles a las familias con las rentas más altas y grandes empresas.
Es decir, quita a los de abajo y se lo da a lo de arriba.
Para
ello el gobierno de la derecha baja los impuestos, especialmente a las rentas altas,
y también baja el impuesto de sociedades a las grandes compañías y
corporaciones, olvidando a los autónomos y la pequeña y mediana empresa.
Al
recaudar menos el Estado, porque deja de cobrarle a los ricos más de lo que
puede recaudar a los trabajadores, merma el Estado de Bienestar y hace
necesario la subida de los impuestos indirectos como el IVA, el más injusto de
todos ellos ya que hace pagar por igual al pobre y al rico.
Por
ello, los y las socialistas denuncian la política fiscal del gobierno de la
derecha que va a seguir subiendo la presión fiscal, especialmente los impuestos
indirectos así como a seguir recortando el Estado del Bienestar del que se
beneficia principalmente las clases bajas y medias.
En
número, la bajada de impuestos del PP se calcula en 9.000 millones de euros, de
los cuales el 60% irá a rebajar los impuestos de un 10% de ciudadanos con
rentas altas, y el 30% beneficiará sólo al 1% de españoles con rentas muy
altas.
Pero
si miramos por la pase de la pirámide, donde estamos todos los trabajadores, más
de 6 millones de españoles (un 30% de la población) que ya no pagan IRPF por
sus bajas rentas, no se benefician de la reforma sino que además tienen que
hacer frente a copagos, recortes, y subidas de tasas, y de impuestos.
Así,
si una persona tiene ingresos de 22.000€ anuales ahorra 400€, en cambio, si los
tiene de 300.000 € (salario medio de los dirigentes del PP) se ahorra 12.300€ y
si tiene una renta de más de 1 millón de euros, ahorra más de 60.000€
Además,
el PP miente para hacer más digerible la reforma a la mayoría de la población,
ya que es falso que los mínimos personales y familiares del IRPF se eleven
hasta el 32%.
Además,
esta reforma ataca el ahorro de las familias trabajadoras, ya que elimina el
mínimo exento en dividendos (que era más importante para las rentas bajas) y suprime
la exención de los primeros 1.500 euros de rendimientos procedentes de
dividendos de sociedades. También establece un incremento sustancial de las
plusvalías para los que vendan un activo de antigüedad.
Otro
sablazo a las familias trabajadoras es la eliminación de los coeficientes de actualización
y abatimiento, ya que puede suponer la pérdida de la cuarta parte del
patrimonio, es decir, que por ejemplo el Estado se quedará con el 25% del
importe de la venta de la casa heredada de los padres. En cambio, los grandes
patrimonios utilizan instrumentos fiscales sofisticados para evitar las
plusvalías, como es el ejemplo de los herederos de Emilio Botín, que apenas
pagarán por la utilización de estos instrumentos.
En
cambio, el PSOE plantea una reforma fiscal basada en 2 principios, como son incluir
la riqueza en el IRPF y una ambiciosa estrategia de lucha contra el fraude
fiscal, con los objetivos de defender a las clases trabajadoras y sostener el
Estado del Bienestar, así como forzar que los contribuyentes paguen en función de
lo que poseen y que paguen ya los que no pagan. Porque con todo ello se podría
aliviar la carga a muchas rentas medias y a muchas PYMES
Si
gobiernan, los socialistas realizarán una bajada al 15% de las retenciones de
los autónomos, buscando un reparto más justo del esfuerzo en el pago de impuestos
ante la subida “leonina” de las retenciones a los autónomos que hizo el PP al
subirles del 9 al 21% el impuesto.
También
crearán un “escudo fiscal” para que no paguen IRPF familias con hijos, parados
y pensionistas, que cobren menos de 16.000 €/año. Esta medida afectaría a todas
las familias con hijos a cargo que cobren menos 16.000 euros al año, así como a
los parados y a los pensionistas, cuyas prestaciones y pensiones no superen esa
cantidad. Y como los socialistas suelen cuantificar sus propuestas, afirman que
el impacto recaudatorio (lo que se dejaría de ingresar) sería de 5.000 millones
al año, “lo cual es perfectamente asumible por parte del Gobierno de España”.
Por
otro lado proponen un combate contra el fraude fiscal, que es uno de los
desafíos que tenemos por delante.
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