ANDALUCÍA LLEGA A LAS ELECCIONES DEL 25 DE MARZO CON UNA DE LAS ADMINISTRACIONES AUTONÓMICAS CON MENOS DEUDAS Y CON MENOS RECORTES EN DERECHOS Y PROGRAMAS
El próximo día 25 de marzo, los y las andaluzas no van a votar entre el PSOE y el PP. Ese día tienen en su voto decidir si quieren una sociedad que siga avanzando en el modelo que conocemos como defiende el Partido socialista, o la sociedad “utópica” de Milton Friedman que deja la democracia en manos de los mercados y donde lo único público serán el ejército, el sistema judicial y algunas carreteras, que defiende el PP.
Para defender su modelo friedmano, el PP no explica sus objetivos sino que pretende convencer de la quiebra del actual modelo de sociedad para que a modo de salvavidas, todos y todas opten por la opción de Friedman, quien afirmaba que el modelo más puro de democracia es aquel donde el Estado no existe, y que pasaba por eliminar lo que en nuestra Constitución de 1978 define como el Estado Social y de Derecho: administración pública (y con ellos los servicios públicos universales), parlamento y agentes sociales y económicos.
Pero el modelo de sociedad que hemos desarrollado hasta ahora no está en quiebra. Todo lo contrario. Lo conseguido en Andalucía en los últimos 30 años, demuestra que el modelo social que se gestó en la Transición sigue siendo válido.
El modelo para “crear” empleo del PP ya lo conocemos: eliminar todos los derechos de los y las trabajadoras para regresar a la España anterior a las leyes laborales de la II República, que provocarán que los salarios bajen, el empleo se precarice, y que los hijos sustituyan a sus padres con salarios inferiores. Lo que no dice el PP es lo que pretende hacer con la educación, la sanidad, y la dependencia.
El PSOE ha sostenido desde 1981 la bandera del cambio social, político y económico en Andalucía: 30 años de democracia, de profunda transformación y avance. Lo hemos hecho con la confianza y el apoyo de la ciudadanía, con su cercanía y complicidad, con esfuerzo colectivo. Por ello, en plena crisis Andalucía es una de las economías más saneadas del país, con una deuda que está muy por debajo de la media nacional y muy lejos de la de Comunidad Valenciana o Cataluña, gobernadas por desde hace 20 años por el PP en el primer caso, y durante la mayoría de las legislaturas por CIU en el segundo.
Hoy el sistema educativo es el más grande de España. La cualificación y el conocimiento son la norma en Andalucía. Nuestro principal logro socioeconómico ha sido la educación de la población andaluza, con 3,3 millones de personas con formación cualificada.
Contra lo que dice el PP, el sistema educativo público en Andalucía tiene más de 2.000 comedores escolares, tantos como establecimientos tiene Mc Donald’s abiertos en toda España. Y que mientas que Andalucía mantiene la gratuidad de libros de texto, Galicia y Madrid han eliminado este derecho. Si hicieran eso en Andalucía, más de 900.000 niños y niñas de entre 6 y 16 años dejarían de aprender con libros gratis.
Andalucía dispone hoy de un sistema sanitario avanzado y moderno, ampliamente descentralizado. El Sistema Sanitario Público se ha convertido en referente nacional e incluso europeo en prestación de servicios, investigación biomédica, eficiencia y uso de las nuevas tecnologías. Como es el caso de los dos bebés nacidos para salvar a sus hermanos de enfermedades mortales. En Andalucía la investigación está al servicio de las personas y no de los mercados.
La dependencia es un derecho joven, recientemente reconocido, el quinto pilar del Estado del Bienestar y que aún está en proceso de consolidación. Andalucía lidera el desarrollo y aplicación de la Ley de Dependencia. Además, somos la primera comunidad en trabajar con programas de envejecimiento activo. Una de cada tres personas atendidas en España es de Andalucía, y toda esta apuesta por el bienestar es posible gracias a medidas de ahorro y eficiencia y a que tenemos las cuentas más saneadas que otras comunidades.
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