Quien no te conozca que te compre. Esta expresión castiza se puede aplicar perfectamente al PP, ya que desde el gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Sevilla nos han recordado lo que eran, y sus palabras grandilocuentes “cambio” y “reformas” ya no pueden ocultar lo que son: el partido de la derecha que sólo actúa para beneficiar a los suyos.
Una de las primeras decisiones de Zoido en la alcaldía de Sevilla fue eliminar el Plan Centro puesto en marcha por el gobierno municipal del PSOE, un plan que, con sus virtudes y sus defectos, pretendía aplicar en nuestra ciudad los nuevos modelos de movilidad que se están aplicando en occidente. El alcalde del PP mintió para acabar con el Plan Centro, afirmando que las cámaras nunca funcionaron, y tras cerrar precipitadamente una comisión de investigación que propusieron ellos mismos porque estaba dejando al PP con las vergüenzas al aire, anunciaron un nuevo Plan que esta semana han descartado definitivamente.
Es decir, Zoido no ha tenido la hombría de plantear un plan que en todo caso tenía que enfrentarle a sus votantes naturales, los comerciantes y los más ricos del centro de la ciudad. Y por ello ahora habla de “medidas puntuales”. Estos son los cambios del PP, la inacción. Y si Zoido es el paradigma de los cambios de Javier Arenas, ya podemos imaginar que cambios nos esperan en Andalucía si tenemos la desgracia de que nos gobierne de nuevo la derecha española.
Contrarreforma más que reformas: de regreso al siglo XIX
Otra de los “mantras” de la derecha española liderada por Mariano Rajoy es la de las reformas. Si la Real Academia Española define reforma como “aquello que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o mejora en algo”, lo que propone el PP con su “reforma” laboral realmente es una contrarreforma, es decir, volver al sistema de relaciones laborales de la primera revolución industrial, con la eliminación de las leyes laborales que protegen a la parte más débil del mercado laboral (los y las trabajadoras), a sus representantes (los sindicatos) y dar manga ancha a los gestores empresariales para imponer arbitrariamente su voluntad sin el control judicial.
Por ello, las “reformas” que anuncia Javier Arenas es la vuelta a la Andalucía de los años cincuenta y sesenta, que gracias a la Transición y al autogobierno de Andalucía, parecía que habíamos dejado atrás.
Nuestro propio camino.
Para saber que votar, simplemente hay que leer los periódicos de la derecha (El Mundo, ABC, La Razón ), escuchar sus radios (COPE), y ver sus televisiones (Intereconomía, Antena 3). Los intereses de la derecha, que en España representa el PP, nunca coinciden con los intereses de trabajadoras y trabajadores. Por ello, votar lo contrario de lo que te “venden” esos medios es una de las formas más seguras de no equivocarte.
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