La crisis está siendo la justificación para el gobierno del Partido Popular de desmontar unas políticas contra la violencia de género que son referente mundial, ya que, para la derecha, la violencia hacia las mujeres
En cambio, el gobierno de izquierda de la Junta de Andalucía, encabezado por el PSOE, sigue apostando por mantener e incrementar las políticas contra esta lacra inaceptable.
Las palabras no son inocentes. La utilización del término “violencia doméstica” usado por la ministra Mato tras el asesinato de una mujer al comienzo del mandato del PP, demuestra que para la derecha la violencia de género se circunscribe a un problema interno de las familias y no a una violencia estructural de nuestra cultura hacia más de la mitad de la población.
Por ello, todas las medidas que están tomando, no sólo en el campo específicamente de servicios para las mujeres, sino en otros como la justicia, con la introducción de tasas abusivas que impide de hecho el acceso a la tutela efectiva de jueces y magistrados, una reforma del código penal desastrosa, la eliminación de la igualdad en educación para la ciudadanía, etc. ponen en peligro a las víctimas de violencia de género.
Se trata de un retroceso muy peligroso. La llegada del PP al poder ha significado una vuelta atrás sin precedentes en políticas de igualdad. Esta marcha atrás es especialmente peligrosa para las víctimas de malos tratos y para sus familias. El PP está llevando a cabo un completo desmantelamiento de las prestaciones y servicios destinados a proteger a las víctimas y, con ellas, a sus hijos e hijas.
Ello se puede observar en la eliminación de los servicios destinados a las víctimas de violencia de género, en comunidades como Castilla la Mancha, donde Cospedal promueve el cierre de 85 centros de atención a mujeres y 13 casas de acogida. O Valencia que no destina ni un euro al mantenimiento de las entidades destinadas a la atención a víctimas de la violencia de género y ha recortado el 58% en los programas de atención a las mujeres en situaciones vulnerables.
LAS Y LOS SOCIALISTAS APUESTAN POR MANTENER LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
El trabajo de los y las socialistas en este campo no es cosa nueva. De hecho fue la socialista histórica sevillana Dulce del Moral la primera en crear durante la dictadura franquista un centro de acogida para mujeres maltratadas en nuestra provincia, cuando en aquel momento el asesinato violento de la esposa se saldaba tan solo, de acuerdo con el Código Penal de la época, con el destierro durante unas pocas semanas del municipio del asesino.
Por ello, la apuesta para 2013 de la Junta de Andalucía, presidida por el socialista José Antonio Griñán, ha sido la de incrementa los recursos y programas
Así, para luchar contra la violencia de género en Andalucía se trabaja desde tres ejes fundamentales: Prevención, Sensibilización y Atención a víctimas. Las víctimas sí cuentan con una red de apoyo social, psicológico y económico que garantiza una cobertura global e interdisciplinar a las mujeres y su familia.
En cuanto a la prevención se mantienen campañas informativas, los servicios de Atención del teléfono gratuito, el asesoramiento jurídico on line, la atención personalizada en los ocho Centros Provinciales de la Mujer y en los 167 Centros Municipales de Información a la Mujer.
También se mantienen la formación de los profesionales que atienden a las mujeres víctimas de violencia de género, así como la sensibilidad como la campaña anual con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, la coeducación, etc.
Por último, y fundamental ante las situaciones más dramáticas, la atención a víctimas mediante ayudas económicas, atención psicológica a víctimas y a menores, formación e inserción laboral, programas de estancia de tiempo libre y asistencia jurídica y legal.
Para todo ello, en 2013 el Presupuesto de la Junta contempla un incremento del 9% de la partida presupuestaria destinada a la ayuda a mujeres víctimas de violencia de género, frente al recorte de más del 30% de los PGE.
Las y los socialistas somos consciente que para una violencia estructural como la que padecen las mujeres en nuestra cultura estos presupuestos son insuficientes, pero suponen un compromiso firme con nuestra sociedad y las mujeres.
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