Será expulsado de su casa el próximo martes 6 de noviembre, por no haber abonado un total de 2.000 euros, cuando su pensión es de 500 euros al mes.
El PP ha vuelto a mentir al señalar que se trataba de un trámite administrativo y que tendrían “sensibilidad” con las circunstancias de los vecinos, cuando realmente ya están a punto de ejecutarse los primeros desahucios.
El pasado viernes, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), en relación a los 90 adjudicatarios de viviendas en alquiler de EMVISESA que habían recibido cartas de posible desahucios, afirmó que el Ayuntamiento de Sevilla tendría "comprensión y apoyo" admitiendo que la situación era "muy complicada y compleja" y advirtió de que "una cosa es la tramitación y otra que seremos muy sensibles con la situación de cada familia". "Todo aquel que por circunstancias ajenas se vea avocado a que no pueda pagar, tendrá comprensión y el apoyo del gobierno local", indicó.
Pero como ya vamos conociendo lo que vale la palabra de nuestro alcalde y su cinismo, la “sensibilidad” del PP se traduce en que pasado mañana 6 de noviembre, el vecino de San Jerónimo Manuel González, será expulsado de su casa. Ese día, una comisión judicial y la Policía irán a su vivienda para obligarlo a abandonarla porque debe 2.000 euros. Los vecinos del barrio han convocado una concentración en su casa ese día para tratar de evitarlo, a la que ya han anunciado que asistirán miembros del 15-M; PSOE, IU y otras entidades que rechazan la política de desahucios iniciada por EMVISESA.
El caso de Manuel es especialmente sangrante, porque vivía en un piso de cuatro dormitorios adaptado para su mujer enferma y sus dos hijos. Pero su esposa murió hace dos años, poco después su hijo, y su hija ya no vive con él, por lo que al no poder pagar la vivienda pidió a EMVISESA que se la cambiaran por otra más pequeña -y más barata-. Nunca obtuvo respuesta, y la deuda fue creciendo, porque sólo cobra 500 euros al mes. Su situación lo ha llevado a estar tan desesperado que apenas sale de casa, explicó Muñoz, que no entiende cómo no le han notificado el juicio.
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