Comenzamos una serie de reportajes entorno a la celebración del 28 de febrero, día de Andalucía, ofreciendo las distintas visiones de las organizaciones sociales, sindicales, vecinales y empresariales que se han movilizado alrededor de la plataforma COMPROMISO SOCIAL.
Empezamos con el interesante Manifiesto publicado por ATTAC-Andalucía en su web www.attacandalucia.org titulado “Nueve meses de Gobierno y una conmemoración difícil”. El Manifiesto, que puedes leer completo cliqueando aquí, denuncia que “Andalucía va a celebrar el próximo 28 de Febrero en una situación extraordinariamente difícil y frustrante para la inmensa mayoría de los andaluces y andaluzas”
Para ATTAC Andalucía, este 28F , que se va a celebrar asediado por el desempleo que “alcanza niveles desorbitados, cierran miles de empresas”, los desahucios que “se cuentan por millares”, “ y, lo que es peor, “nada hay en el horizonte que permita aventurar que la situación va a cambiar de signo” y que como “está a punto de cumplirse un año del gobierno de coalición que se formó tras las últimas elecciones” debe servir también para “evaluar lo que viene haciéndose en este clima de desconcierto y desolación que vive nuestro pueblo.”
En este sentido, “La constitución por primera vez en Andalucía de un gobierno de Coalición entre el PSOE e Izquierda Unida fue desde un primer momento bien vista y apoyada públicamente tanto por ATTAC como por otras fuerzas sociales y sindicales andaluzas, a pesar de las dificultades y problemas que sabíamos que llevaría consigo.”
“Creemos” añaden “que el gobierno andaluz trata de evitarlo, que defiende con dignidad principios muy distintos a los que mantiene el PP para desmontar el Estado de Bienestar en el resto del territorio nacional” pero ello no es obstáculo para reconocer “que con eso no basta”
“No podemos aceptar, como a veces parece que se quiere hacer creer a la población, que Europa o Madrid nos imponen todas y cada una de las medidas que hay que adoptar y que, por tanto, no hay escapatoria posible frente a los recortes y las agresiones.”
Para ello defiende un cambio de políticas imprescindibles, como “reconsiderar la política financiera de la Junta de Andalucía para garantizar el presupuesto básico del que depende un auténtico desarrollo social y económico en Andalucía: financiación suficiente y adecuada para poner en marcha nuevas actividades productivas y empresariales que no destruyan bienestar social ni el medio natural, que promuevan nuevas formas de consumo y una distribución de los ingresos y de la riqueza justa.”
Además, consideran “igualmente necesario replantear el alcance que está teniendo una lucha contra el paro que es, bien por causas propias o de nuestro entorno, claramente frustrante. La creación de puestos de trabajo no se consigue haciendo planes sobre el papel sino incentivando y poniendo recursos materiales, financieros y humanos al servicio de la creación de empresas y proyectos de emprendimiento vinculados a nuevas actividades y necesidades sociales.”
Es importante garantizar el empleo afirman, “pero eso no puede hacerse a costa de mantener docenas de oficinas públicas con cientos de personas inactivas. Urge, pues, una reforma profunda de nuestra administración para hacerla más eficiente y útil a la actividad productiva y a las necesidades sociales” mediante “una reforma profunda de la estructura y funcionalidad de los ayuntamientos. La Junta de Andalucía tiene una administración que en ocasiones duplica funciones con los ayuntamientos o los sustituye en sus competencias, sin asumir el coste político y material de la proximidad o bien atribuyéndoles cargas que no pueden soportar, tanto en materia de personal como de programas de actuación (sociales, de empleo, culturales, de gestión etc.)”
“Sabemos” afirma ATTAC Andalucía “que las dificultades para cambiar el rumbo de los hechos sociales son muy grandes, y mucho más en estos tiempos. Pero la experiencia también nos enseña que avanzar en el bienestar y la democracia es algo imposible cuando los gobiernos no hacen pedagogía, cuando creen que es solo su acción institucional la que genera los cambios”.
Pero por eso mismo, afirman que “entendemos que el gobierno andaluz, y las dos fuerzas políticas que lo sostienen, deben hacer un esfuerzo mucho mayor para llegar a la población y para hacer que las gentes de abajo, normales y corrientes, sean la base de su poder y la fuente de su inspiración y de su acierto. Que sean sus cómplices activos y no simplemente un electorado pasivo que sólo actúe cada cuatro años.”
Finalizan animando a la acción colectiva señalando que “no se puede hacer simplemente poniendo a recorrer miles de kilómetros a una docena de consejeros y consejeras, sino movilizando al conjunto de la sociedad, y haciendo que sean todos y cada uno de los andaluces y andaluzas que sienten su tierra como propia los mediadores de una acción que se enfrenta a una agresión sin precedentes contra los derechos sociales y contra nuestra autonomía.”
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